Veinticinco municipios de la Comunidad Valenciana tienen riesgo de inundación muy alto o alto, en los que se deberían centrar las obras de prevención. La mayoría de ellos se sitúan en la Vega Baja, según admite el Consell que durante los últimos años no ha sabido poner coto al crecimiento desmedido de miles de viviendas que no han respetado los cauces naturales de las aguas, acolmatando, en muchos casos, incluso barrancos.

En la provincia, el principal riesgo se sitúa en Almoradí, Orihuela, Alicante, Catral, Daya Nueva, Dénia, Dolores, Formentera del Segura, Rafal, Rojales y San Fulgencio. En total, 160.000 vecinos. La Generalitat diseñó un plan de obligatorio cumplimiento para todos los municipios que tienen un riesgo muy alto de sufrir inundaciones.