El malestar entre los mandos y agentes de la Policía Local, expresados a través de reuniones e informes de los que este diario se ha ido haciendo eco, ha forzado al socialista Gabriel Echávarri, a dar marcha atrás en algunos de los cambios que planteaba en el plan de reestructuración del Cuerpo encargado a Diego Maroto, su hombre de confianza en el área de Seguridad. Si en la versión inicial del plan la unidad especializada en Violencia Doméstica (GAVID) compartía mando con la de Atestados (dedicada a la investigación de accidentes de tráfico), en la última propuesta son completamente independientes e, incluso, se refuerza la destinada al maltrato con un agente más y un oficial. Sin embargo, el plan sí mantiene la eliminación de la unidad de Ocupación de la Vía Pública, destinada al control de veladores, la venta ambulante ilegal y el botellón. Se trata de una unidad cuyas principales funciones, sobre todo en el control de los veladores, dependen del área de Ocupación de Vía Pública que gestiona el vicealcalde de Guanyar, Miguel Ángel Pavón.

La eliminación de la unidad policial especializada en el control de veladores y el botellón es, además, el punto del plan más criticado por los vecinos del centro, epicentro del tardeo, que vienen reclamando un mayor control de estas cuestiones. Precisamente en esas demandas vecinales, así como en los resultados obtenidos en los últimos diez años se basaba el jefe de la unidad de Ocupación de la Vía Pública para pedir al concejal de Seguridad, Fernando Marcos, en un informe que no la suprimiera. El jefe de esta unidad (con seis agentes y tres oficiales) defendía que «se viene haciendo un trabajo extraordinario» en lo referido a veladores, se ha «erradicado» la venta ilegal en lugares como la Explanada y se estaba dando respuesta a las quejas de los vecinos del Casco Antiguo por el botellón de los fines de semana.

Pese a ello, desde Seguridad han decidido eliminar esta unidad especializada, de manera que las funciones que realiza se asumirán, como una tarea más, por parte de los agentes destinados a cada uno de los cuatro distritos territoriales en los que se dividirá el cuerpo. Eso entraría en la filosofía, defendida por el área de Seguridad, de pasar de una asistencia especializada a una generalista, en la que todos los agentes hagan de todo. La eliminación de la unidad de Ocupación de la Vía Pública, vinculada a las competencias de Pavón, es la más significativa. También se suprime la unidad de Partidas Rurales, pero en esta ocasión, la presión vecinal ha llevado al equipo de gobierno a integrar a los agentes en un mismo distrito para que sigan dedicados a esas mismas funciones. De esta manera, serán los mismos agentes los que asuman la vigilancia de las partidas, dado que ya conocen los caminos.

Aunque ya existe una división interna por distritos en la Policía Local, ahora se encuentran centralizados, y lo que se pretende es que haya una distribución territorial y que cada uno tenga su base. Por el momento, no obstante, dos de ellos el del Centro y el de la zona Sur, en el que se incluyen las partidas rurales compartirán dependencias en la Jefatura, en la calle Julián Besteiro. El que dará servicio a los barrios de la zona norte ocupará las instalaciones de Benisaudet y el de la zona de playas, las de Parque de las Avenidas, a falta de que finalice el cuartel de la Playa de San Juan.

Tanto el GOIR (Grupo Operativo de Intervención Rápida), como las unidades ciclista, canina y la del radar y multacar prestarán apoyo a los cuatro distritos. En cuanto a las unidades especializadas que se mantienen están la de Atestados (para la investigación de accidentes de tráfico), el Gabinete de Atención a las Víctimas de Violencia Doméstica (GAVID), el centro de comunicaciones CECOP y la de Aperturas. Esta última unidad, dedicada al control de las licencias de apertura y el ruido entre otras cuestiones, mantendrá su vinculación a la Concejalía de Urbanismo, dirigida por Pavón. Aunque en un principio se planteaba su eliminación, para diluir las funciones de la unidad en los distritos, finalmente se mantendrá en Urbanismo dado que los agentes necesitan un acceso fácil a los expedientes.

Otra de las cuestiones que generó malestar e incertidumbre fue la posible supresión de las jornadas de conciliación por las que algunos policías trabajan de 9 a 17 horas. Los agentes afectados, alrededor de una veintena, hicieron circular internamente un escrito en contra de ellos. Finalmente, como confirman desde Recursos Humanos, se mantendrán estos turnos. La intención es vincularlos a determinados puestos, a los que los agentes pueden optar. Seguridad informó esta semana, tras reunirse con sindicatos, de que su intención es abrir un proceso para que los agentes puedan elegir destino.