Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un casquillo de bala como única pista del crimen

Los investigadores de la Policía Nacional sospechan que el crimen fue obra de un sicario, un profesional al que encargaron el asesinato, que sabía lo que se hacía y que por el momento sólo ha dejado, que haya trascendido, una pista. Se trata de uno de los dos casquillos de bala que empleó para acabar con la vida de María del Carmen, de 72 años. Se desconoce su calibre y qué pasó con el otro casquillo, si ha sido hallado finalmente, se lo llevó el asesino o se perdió por el desagüe del lavadero.

Es muy posible que el sicario ya hubiera visitado la zona anteriormente para inspeccionar el lugar y garantizarse el éxito del crimen y su posterior huida.

Compartir el artículo

stats