La reconversión hace unos años del antiguo convento de los Dominicos (siglo XIX) de la calle Altamira en el hotel Hospes Amérigo, único hotel de cinco estrellas de la ciudad, representó el primer paso para que Alicante iniciara una carrera en la que se apostó por recuperar antiguos edificios de la ciudad transformándolos en hoteles. Al Amérigo le siguió «Les Monges» y en los últimos años han abierto algunos más en el casco antiguo de la ciudad, en el entorno del Ayuntamiento. La Casa Alberola, partida para la mitad en los años 60, está en el otro extremo, próximo al parque de Canalejas, y tras varios años cerrado ahora vuelve a contar con expectativas. Gracias, además, a que Alicante va recuperando poco su condición de ser un destino ideal para las escapadas del fin de semana. F. J. B.