La continuidad del Arca de Noé el único centro de recuperación de animales exóticos y salvajes de la Comunidad, que dirige Raúl Mérida sigue en el aire. La Junta de Gobierno Local aplazó ayer la votación sobre la propuesta de Guanyar de no concederle la prórroga de tres años para seguir ocupando el terreno municipal en la carretera de Villafranqueza. La decisión tiene enfrentados a los socios del tripartito, pues mientras Guanyar defiende el cierre de las instalaciones para transformarlas en una perrera municipal que puedan gestionar colectivos animalistas, desde el PSOE defienden la «importante labor» que se desarrolla en el centro desde 2008 y apoyan una prórroga del contrato de tres años. Compromís está dividido a nivel interno entre quienes apoyan a Guanyar y quienes no quieren dejar al PSOE en minoría frente a los de Pavón. Ante esta situación y el riesgo de perder la votación, Echávarri retiró el asunto del orden del día de la Junta de Gobierno. El portavoz del tripartito, y portavoz de Compromís, Natxo Belido, no quiso concretar qué habría votado ayer, ni lo que hará su grupo el próximo viernes. Fuentes consultadas indicaron que el edil apuesta por una fórmula intermedia de prorrogar el contrato un año en vez de los tres que defienden los socialistas o la anulación planteada por la edil Marisol Moreno.

«Vamos a intentar llegar a una posición común consensuada y i no, se votará en la Junta de Gobierno Local», dijo Natxo Bellido, quien no quiso aclarar qué hará su grupo.

La negativa de Guanyar a prorrogar el contrato que finalizará el 17 de diciembre se produce pese al informe del técnico municipal responsable del mismo, que asegura que «no existe inconveniente» en prorrogarlo tres años más. El técnico puntualiza que «siempre y cuando» las especies «silvestres no estén expuestas al público». Al respecto, desde el Arca de Noé indican que, tras llegar a ese acuerdo, la zona de grandes felinos se ha cerrado al público. Pero en las instalaciones hay animales exóticos abandonados, maltratados y procedentes del tráfico ilegal.

La edil de Protección Animal, Marisol Moreno, justifica su propuesta de no prorrogar tres años más el contrato (sin coste para ninguna de las partes) aduciendo «irregularidades» porque, asegura, no dispone de los permisos necesarios para albergar a animales salvajes ni para realizar visitas, algo que rechazan desde el centro de recuperación de especies. La edil se ampara en un informe de la Generalitat que considera que las instalaciones no cumplen los requisitos para ser parque zoológico y «para la exhibición pública de animales». Un informe, de 2013, en el que también se amparan desde el Arca de Noé porque en el mismo se considera que las instalaciones podrían entenderse como un centro de interpretación en el que se podría establecer «una programación docente y formativa encaminada a la sensibilización social». Desde el Arca de Noé apuntan, igualmente, que en diciembre de 2013, un decreto municipal autoriza esas labores docentes y formativas. Defienden, además, que sí cuentan con autorización para albergar animales salvajes, como leones y tigres, como núcleo zoológico.

Moreno cuestionó la situación de los animales, asegurando que había leones «famélicos» que llevan «entre seis y siete años entre cuatro paredes». Unas afirmaciones que desde el Arca de Noé rechazan, recordando que se trata de animales rescatados y que, en el caso de los leones, son muy mayores y están enfermos. Defienden que los animales reciben «todos los cuidados veterinarios posibles» y explican que hay dos pumas y dos tigres que desde el Arca de Noé pretenden trasladar en breve a otros centros.

La intención de Protección Animal pasa por recuperar el terreno municipal para destinarlo a la protectora de animales y perrera municipal (ahora en terrenos de la Generalitat en Bacarot) y que los ejemplares que ahora alberga el Arca de Noé se reubiquen en otras instalaciones, como las de Primadomus en Villena. Desde el Arca de Noé, sin embargo, sostienen que, en caso de que finalmente el Ayuntamiento les deniegue la prórroga, su intención es marcharse a Elche, donde una fundación les cedería suelo para seguir su labor.