Una de las sagas de artistas más importantes de las Hogueras de Alicante, los hermanos Gómez Fonseca, que han cosechado a lo largo de su trayectoria más de 300 premios entre monumentos fogueriles, Fallas y ninots indultats, se ha separado al pasarse tres de los hermanos a trabajar a una multinacional de decorados de Orihuela. Sólo uno de ellos, José Francisco Gómez Fonseca, continuará haciendo hogueras en Alicante, que pierde a tres importantes constructores que aportaban mucho al arte y estilo alicantino.

Los hermanos Fonseca trabajaban por parejas. Los mayores, Mauricio y José Francisco, llevaban 25 años juntos y firmando primeros premios como los que cosecharon en la categoría Especial los años 1999 y 2000 con la hoguera flotante de Port d,Alacant; el de 2001 en Santa Isabel; y el último en 2013 en Foguerer Carolinas. Además, plantaron la Hoguera Oficial de la plaza del Ayuntamiento en 2011 («La tierra prometida») y 2012 («Esplendor», una gigantesca mantilla de novia alicantina), sufriendo durante estas últimas fiestas uno de los golpes más duros al fallecer el padre de la saga y también artista, Mauricio Gómez. Los dos pequeños, los gemelos Juan Miguel y Rafael, plantaron monumentos de numerosas categorías, llegando a cosechar el segundo premio Especial en 2012 en Sèneca con «Origen», y se distinguían además por su crítica mordaz.

«Hemos tenido años buenos, años malos y ahí quedan. Nunca voy a renegar de esos trabajos pero empiezo una nueva etapa con mucha ilusión», afirma José Francisco, que estará acompañado en el taller por su madre, alma máter de la familia. «Este año, tras varios lustros trabajando juntos, mi hermano Mauricio se ha ido con los gemelos a una multinacional de decorados a trabajar. En mi caso prefiero seguir haciendo hogueras. Aunque trabajara diez horas en otro sitio (está también como profesor del ciclo reglado de artista fallero en el IES Las Lomas) buscaría hueco para esto porque lo llevo demasiado en las venas. Mis hijos, que están siempre en el taller, no lo permitirían, y nuestra madre sigue conmigo. Para que el taller funcione, estemos los que estemos, ella es la pieza fundamental», afirma el artista, que asegura que la relación con sus tres hermanos es buena, e incluso algunos de ellos le echaron una mano con obras para San Vicente y Elda.

Gómez Fonseca, de 44 años, mantendrá el estilo alicantino en sus futuras obras, «parece que lo quieren denostar cuando grandes compañeros de Valencia lo alaban. Tenemos que reinventarnos pero manteniendo el sello personal», concluye.