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Medio Ambiente sólo limpiará las algas en verano para que las playas no pierdan arena

Un estudio advierte de una extracción media de arena de 500 m3 por km y año por la retirada de arribazones

Medio Ambiente sólo limpiará las algas en verano para que las playas no pierdan arena

Alicante va a modificar su habitual sistema de limpieza de las playas para que sean más sostenibles y evitar la pérdida de arena que genera la retirada sistemática de arribazones. La concejalía de Medio Ambiente ya ha empezado a variar la gestión que venía desarrollando UTE Alicante en su condición de empresa concesionaria del servicio y, a lo largo de esta semana, empezará a colocar carteles informativos en las playas en las que va a dejar de retirar las «montañas» de arribazones (compuestos por arena en un 60-70%, postodian y otras algas) durante los meses de temporada baja.

La nueva apuesta de Medio Ambiente, impulsada tras un estudio encargado al Instituto de Ecología Litoral, afectará a las playas de El Cocó, Albufereta, Almadraba, San Juan (en la zona del sido y del Faro), la Cala de los Judíos, Cala Palmera y Agua Amarga-Urbanova. Los paneles, que se ubicarán en diversos puntos de estos parajes naturales, anunciarán a los bañistas de que la presencia de arribazones en las playas y calas «es señal de biodiversidad y buena calidad de las aguas de baño».

«Una retirada sistemática de los restos de Posidonia oceánica desprotege las playas frente al oleaje de los temporales marinos, especialmente los que se producen en otoño. El efecto a corto medio plazo es una pérdida de arena que facilita los procesos de erosión de la costa». Ese será el mensaje que trasladen los nuevos paneles, justificando así que «su retirada debe limitarse a la temporada estival». Y eso es lo que va a hacer el área de Medio Ambiente.

Los procesos de putrefacción asociados a la descomposición de estas grandes cantidades de material biológico que llegan a las playas puede afectar a las condiciones de uso recreativo de las mismas y causar un mal aspecto y olor, con todas las connotaciones negativas que esto puede generar desde el punto de vista socioeconómico para la ciudad.

Las habituales quejas que transmiten bañistas y turistas ha venido provocando su limpieza sistemática con medios mecánicos, alterando los perfiles de las playas y provocando una pérdida sensible de arena al limpiarlas de igual modo con independencia de sea cual sea la época del año. El objetivo del Ayuntamiento con la colocación de estos paneles es combatir el descontento que pueda generar la medida entre los usuarios de las playas a través de la educación medioambiental.

Está comprobado que uno de los principales efectos que causa la recogida de arribazones en las playas es la extracción del sedimento adherido a la materia orgánica, tal y como corroboran diferentes estudios y autores. Según recogen Yepes y Medina en el «Libro de Resúmenes de las IX Jornadas Españolas de Ingeniería de Costas y Puertos», las labores de limpieza en las playas arenosas del levante español suponen una retirada de arena involuntaria próxima a los 500 metros cúbicos por kilómetro y año.

La amplia pradera de «Cymodocea nodosa» y «Posidonia oceanica» que se extiende frente a la playa de San Juan hace de ésta la de mayor concentración de arribazones, aportando un 40% al conjunto de residuos vegetales recogidos entre las playas alicantinas. Aunque la costa del Cabo de las Huertas es eminentemente rocosa, esconde paraísos como la Cala de los Judíos, Cala de la Palmera, Cala Cantalar y La Calita en los que se acumulan ingentes montañas de algas, generando solo la última un 5% del total de residuos vegetales. El tramo entre la playa de la Almadraba y el C.N. Costa Blanca aporta un 10% de los restos vegetales que recoge UTE Alicante en las playas, mientras que un 15% provienen de la Albufereta.

El estudio emitido al Ayuntamiento de Alicante por el Instituto de Ecología Litoral también advierte de que «es altamente recomendable que no se realice retirada de arribazones de la playa de Urbanova debido al apelmazamiento que se produce entre las arenas de la playa y las hojas de Posidonia oceanica y la imposibilidad física que existen para separarlas de los residuos vegetales».

Aunque la playa de San Juan ha perdido arenas desde que se fue realimentada con 4 millones de m3 de arenas en 1992, parece haber encontrado un equilibrio sedimentario ya que continúa siendo operativa más de dos décadas después de esta vital actuación. Los mayores problemas se registran en su parte sur, junto al Cabo de las Huertas, de ahí que esta nueva apuesta de la concejalía de Medio Ambiente se centre entre las zonas del Sidi y del Faro.

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