Los colegios profesionales de ingenieros de caminos y arquitectos de la provincia critican que la Concejalía de Urbanismo, dirigida por Miguel Ángel Pavón (Guanyar), apueste por proteger suelo de la ciudad dentro del nuevo Catálogo de Protecciones y al margen del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Ambas entidades coinciden en que la protección de terrenos tendría que incluirse en un amplio debate ligado al futuro PGOU y no aislarlo de él, incluyéndolo en el Catálogo de Protecciones. Defiende que su aprobación «condicionaría» la expansión de la ciudad.
De esta manera, ingenieros de caminos y arquitectos de la provincia se suman a la postura de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia), que en sus alegaciones criticaban la protección de suelo al margen del PGOU que promueve el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante. Los promotores, en este caso, iban más allá, acusando al concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, de «desviación de poder» y de «fraude de ley» por aumentar el terreno protegido en zonas de expansión de la ciudad, como Rabasa o la Condomina, lo que -a su juicio- supondría una «alteración» del «modelo territorial» al margen del Plan General de manera «injustificada». Pavón, cuando se abrió en junio la exposición al público del Catálogo, aseguró que la protección «blinda» estas dos zonas contra «operaciones urbanísticas de infausto recuerdo», agregando que «muchos espacios parece que estaban en barbecho a la espera de que se planteara un proyecto urbanístico en beneficio de ciertas personas».
Desde la delegación en Alicante del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos también han presentado alegaciones al Catálogo de Protecciones, defendiendo que el citado texto «quedaría descontextualizado» con respecto al Plan General. «No debe desligarse un documento del otro, porque pueden aparecer diversas disfunciones en los criterios de protección de algunos elementos», recoge una de las alegaciones de los ingenieros que, según su presidente, Andrés Rico, supone en la práctica una enmienda a la totalidad». «El Ayuntamiento no debe proteger suelo fuera del PGOU porque ahí es donde se plantea el futuro urbanístico de la ciudad. Si se aprueba el Catálogo de Protección supondrá una limitación para el futuro Plan General», sostiene Rico, para quien el documento en el que ahora trabaja Urbanismo tendría que ser una «consecuencia» de la renovación del PGOU y no un paso previo como defiende Pavón.
Heliodoro Madrona
En las alegaciones del Colegio de Ingenieros de Caminos se critica también la protección de barrios como Heliodoro Madrona, dado que afectaría al «desarrollo de la ciudad» ya que se ubica en plena fachada litoral. «Se justifica la necesidad de que sean las directrices del Plan General las que sitúen los aspectos intrínsecos a la protección, debiendo ponderar a juicio de los redactores del plan otros aspectos como la calidad urbana del entorno, fijación de alineaciones, alturas, volumetrías...». Y es que, según el presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, la protección de Heliodoro Madrona -junto a la nueva estación de autobuses- supondría un paso atrás debido al mal estado de conservación de la mayoría de las viviendas del barrio y la «imposibilidad» de rehabilitarlas para que «cumplan con las condiciones de habitabilidad».
Por su parte, el Colegio Oficial de Arquitectos de la provincia de Alicante también se muestra crítico con la decisión de Urbanismo de proteger suelo al margen del PGOU. «No se puede diseñar la ciudad a base de decisiones puntuales que además estén fuera del Plan General, lo coherente sería que la protección del suelo se hiciera a través del PGOU, cuando se decida si la ciudad tiene que expandirse o no, hacia qué lugares debe crecer... La protección del suelo en el Catálogo es una decisión puntual, y así no se hace ciudad», asegura el presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Alicante, Antonio Maciá.
Respecto a las alegaciones, los arquitectos de la provincia apuestan por aumentar la protección de unos setenta edificios y elementos históricos de la ciudad que no están recogidos, según apuntan, en la propuesta inicial del Catálogo salida desde la Concejalía de Urbanismo. Entre ellos, el Club del Mar en San Juan o la urbanización La Chicharra en la Albufereta.
