Vecinos y comerciantes de Calvo Sotelo han pasado de recoger firmas a exhibir carteles contra el cambio de nombre de la plaza que propone el equipo de gobierno en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Tras la recogida de más de 1.200 apoyos en menos de una semana a través de una conocida plataforma, vecinos y comerciantes de Calvo Sotelo han decidido dar un paso más, llenando en las últimas horas de carteles las fachadas de los edificios de la plaza.

En los rótulos colgados en las fachadas de los edificios de Calvo Sotelo se puede leer «No al cambio de nombre», seguido de los argumentos esgrimidos por los afectados para que el tripartito dé marcha atrás. Entre ellos, destacan que la medida «perjudica a muchos y no beneficia a nadie», que «el diputado Calvo Sotelo fue un diputado anterior a la Guerra Civil, ejecutado por sus ideas», que «no se ha contado con vecinos y comerciantes» y que «es una decisión que debería someterse al pleno». Y es que el equipo de gobierno (formado por PSOE, Guanyar y Compromís) pretende que la última palabra la tenga la Junta de Gobierno Local. Es decir, que los cambios en el callejero no pasen por el pleno municipal, donde el tripartito está en minoría.

La estrategia de colgar carteles contra la propuesta de Memoria Histórica ya la pusieron en práctica los vecinos de la calle José Luis Lassaletta, afectados en un primer momento por el cambio de calles propuesto por el área de Memoria Histórica. Finalmente, ante las protestas vecinales, el exalcalde socialista seguirá dando nombre a una calle en el barrio de Gran Vía Sur y no en el centro tradicional como pretendía el tripartito. También ha habido protestas entre los vecinos del barrio José Antonio, que se movilizaron este pasado viernes por el cambio de nombre a poeta Miguel Hernández. En ese punto de la ciudad, hubo malestar por la propuesta del Ayuntamiento de renombrar la actual División Azul como plaza del Pueblo Gitano. Ante las quejas, la plaza se llamará de la Igualdad.