Primero fueron los libros de texto y, ahora, el mantenimiento de los colegios. El conseller de Educación, Vicent Marzà, ha dado una nueva vuelta de tuerca en su búsqueda de financiación comprometiendo a otras administraciones y, tras llegar a un primer acuerdo con la Diputación de Valencia, del mismo signo político que el Consell, quiere hacer extensivo el compromiso con la de Alicante y la de Castellón. Marzà quiere que pongan dinero para el mantenimiento de los centros escolares y «aligerar a los ayuntamientos» según ha explicado.

De entrada, las necesidades de la provincia de Valencia en sus 247 municipios las cifra en 75 millones de euros. «Se trata de pedir colaboración para gastos derivados de competencias municipales, no autonómicas», aclara. «Los ayuntamientos tienen las competencias de mantenimiento, pero muchas necesidades», abunda.

El Consell abre de esta forma un nuevo frente con la Diputación de Alicante que gobierna el PP, y que ya criticó severamente que decidiera implicar a la institución en el pago de los libros de texto para favorecer su gratuidad entre las familias, sin contar de antemano con la institución provincial.

Para curarse en salud, Marzà recuerda los 133 millones de euros para construir centros educativos «y en el último ejercicio del PP se presupuestaron 57 millones. Las diputaciones, ahora, deben determinar si pueden ayudar» pero solo en mantener los centros.