La consellera de Vertebración del Territorio, María José Salvador, presentó ayer el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel), que entrará en vigor en un año y blindará en la provincia de Alicante a un total de 24 millones de m2 de suelo (2.400 hectáreas) en una franja de hasta mil metros contados desde la orilla del mar, donde no se podrá edificar viviendas y sólo habrá autorizaciones para algunos edificios relacionados con los servicios, como hoteles o restaurantes. En total, en la Comunidad Valenciana se van a proteger 6.500 hectáreas.

De momento y hasta la entrada en vigor del plan, el Consell ha prorrogado un año la moratoria por la que no se puede recalificar suelo en un perímetro de 500 metros desde el mar. Salvador aseguró que el plan no es un mero instrumento de preservación de los suelos frente a los procesos de transformación urbanística. «Se trata de un documento riguroso, ambicioso y necesario para el futuro del litoral, que es nuestro activo territorial más importante». Solo en la franja de 500 metros desde la ribera del mar, se genera más del 15% del PIB de la Comunidad, acoge 10 parques naturales, 23 Lugares de Interés Comunitario y el 90% de la superficie de la zonas húmedas. Además, el 80% de la población vive a menos de 10 kilómetros del mar, y es el espacio recreativo más usado y más valorado.

Tras un año de redacción, la conselleria aseguró que el plan identifica y aplica un régimen de conservación activa a casi 6.500 hectáreas dentro de la franja de mil metros del litoral, medidos desde la ribera del mar, regulando los usos y actividades que se pueden implantar en los mismos. El objetivo es contribuir a cualificar el litoral no edificado, el espacio ya construido y la oferta turística y recreativa del territorio. La superficie protegida se distribuye de manera similar en Alicante (37%) y Castellón (37%), siendo menor en la provincia de Valencia (26%).

Entre los tipos de suelo que quedará protegidos destacan aquellos de mayores valores ambientales, paisajísticos y territoriales, los denominados suelos no urbanizables de protección (SNPU) del litoral. El plan define un régimen de usos y actividades que van desde la posibilidad de su adscripción al planeamiento urbanístico, para integrar la red primaria de zonas verdes de los municipios, hasta la implantación de dotaciones que necesiten la proximidad al mar o el fomento de la rehabilitación de las edificaciones existentes.

El segundo tipo de suelo protegido, los denominados suelos no urbanizables de refuerzo del litoral, se localizan en la segunda línea del litoral y puede admitir usos deportivos abiertos, campos de golf sin viviendas, dotaciones y campamentos de turismo. También pueden autorizarse, con carácter muy restringido, hoteles en un entorno rural con muy baja ocupación de parcela. En estos dos tipos de suelos de mayor valor no podrán ser reclasificados a urbanos y urbanizables por los planeamientos territorial y urbanístico.

Se podrán implantar, con carácter excepcional, hoteles con encanto en el suelo denominado de refuerzo que se sitúa entre los 500 y los 1.000 metros de los frentes litorales. Todas estas instalaciones deberán tener unos estándares de calidad muy elevados, siguiendo los parámetros que fije la Generalitat y tener aprobado el estudio de integración paisajística.