«En Europa se teme más a Donald Trump -candidato republicano a las elecciones de Estados Unidos- porque nadie es capaz de adivinar cuál va a ser su política», aseguraba ayer el presidente de la patronal alicantina Coepa, Francisco Gómez, en la víspera de los comicios norteamericanos. Una primera reacción de «preocupación» y de «inseguridad que transmite lo incierto de la política del empresario estadounidense,» que aspira a dirigir la mayor potencia mundial y el primer mercado del mundo. Por contra, con Hillary Clinton, su contrincante en las urnas por el Partido Demócrata, «se continuaría con las políticas de libre comercio, por lo que todo funcionaria igual que ahora, o mejor», preveía el representante empresarial.
Tras un primer análisis general sobre las repercusiones comerciales que conllevaría que uno u otro aspirante ocupe la Casa Blanca, el presidente de los empresarios alicantinos avanzó un escalón más e, incidió, en que la mayor preocupación en estos momentos es que Donald Trump, por las intervenciones y declaraciones realizadas en la campaña, es que de «esa idea que tiene de "recuperar y hacer EE UU más fuerte" se deriven medidas proteccionistas; que refuerce las barreras arancelarias para los productos de fuera; y eso sí que nos perjudicaría a Alicante, dado que somos una provincia exportadora», añadía Francisco Gómez. «Aunque Trump es empresario, no es nuestro modelo a seguir», apostillaba el dirigente patronal.
En estos momentos, Estados Unidos es el cuarto cliente de Alicante, por delante del que tradicionalmente ha ocupado este puesto en el ránking, como es Reino Unido. Entre enero y septiembre de este año, los exportadores provinciales vendieron a este mercado productos por valor de 196,4 millones, cifra que supone un 9,2% más que en el mismo periodo del pasado año, según los últimos datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Alicante.
Crecimiento del calzado
Las mercancías exportadas están muy repartidas, si bien es la industria del calzado la que lidera las ventas, con más de 90 millones, cuantía que supone un 15,5% más. En este incremento han contribuido, por una parte, el hecho de que «es uno de nuestros principales mercados y que, además, está en crecimiento, tanto por las empresas que llevan años vendiendo allí como por nuevas que se incorporan», señalaba Marián Cano, presidenta de la Asociación Valenciana de Empresas de Calzado (Avecal). Y, por otra parte, este avance es la respuesta positiva a la estrategia de diversificación del sector, que viene registrando serios reveses en el mercado más tradicional, como es el de la UE.
Cano considera que por todos estos factores, unido al hecho de que «el zapato de España es un referente allí por nuestra relación calidad-precio», la victoria del aspirante republicano o la demócrata no influirá mucho en la evolución de las exportaciones del sector. Además, incidía en que para el próximo calendario de ferias en EE UU «hay mayor demanda para exponer».
El sector del mármol de Alicante también es otra industria que tradicionalmente ha estado presente en EE UU, aunque la «feroz competencia» de países como Turquía o Grecia ha hecho mella últimamente a sus ventas a aquel país. Desde la Asociación Mármol de Alicante, la preocupación se centra más en cómo recuperar cuota de mercado. Además, su vicepresidente considera que, pese a la inquietud lógica sobre las políticas comerciales futuras, sobre todo en caso de que gane Trump las elecciones, «al final, las relaciones con EE UU son las mismas con todos los gobiernos, sean republicanos o demócratas», aseguraba Amador Poveda, también presidente de la Confederación de Asociaciones de la Industria Extractiva de la Comunidad. Sí recuerda Poveda el impacto negativo que tuvo en el comercio internacional, por el desplome del consumo, la gran crisis financiera tras la quiebra de Lehman Brothers.
Tipo de cambio
Para el juguete, aunque no es uno de sus principales mercados, «sí es el primer cliente para el sector, después de la Unión Europea», situaba el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor. Y admite que un cambio en la política del primer mercado del mundo, escorándose hacia medidas más proteccionistas «sí afectaría a los exportadores». Y en ese caso, Pastor cree que sería la UE la que se encargaría de plantear algún tipo de negociación. En los últimos años, los sectores exportadores provinciales, al igual que los de la Unión Monetaria Europea, han visto mejorar sus ventas a EE UU por el tipo de cambio con el dólar, ya que el euro se acerca mucho a la paridad. Ayer mismo, la moneda única bajaba a 1,10 dólares.
Por su parte, el sector hortofrutícola de la Comunidad Valenciana muestra su preocupación por la posible firma del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) entre la Unión Europea y EE UU, ya que cree que la «política comercial de uno u otro candidato apenas variará», señalaba Ramón Mampel, secretario general de la Unió de Llauradors. Mampel advierte de que con la firma de este acuerdo «podrían desaparecer a la larga las Denominaciones de Origen Protegidas, emblemas de la producción de calidad, ya que en EEUU no las reconocen». Además, el representante agrícola añade que, el TTIP también «pondría el mercado en manos de las grandes empresas, concretamente de fertilizantes, de maquinaria, de energía y de distribución, entre otras».
Desde Alicante, los agricultores vendieron a EE UU hortalizas por valor de 9,4 millones de enero a agosto de este año.
