Paseando casi a oscuras pese a la multitud de luces encendidas. Esta aparente contradicción es la imagen que se observa en Historiador Vicente Ramos a partir de media tarde, allá cuando la ciudad atraviesa su ocaso diario. Y todo porque buena parte de las farolas situadas en la parte central del parque que transita por la mediana del bulevar, ubicado en la zona entre La Condomina y Playa de San Juan, están ocultas bajo las hojas de las frondosas copas de unos ejemplares que pueblan una de las principales avenidas de la zona. Esta situación, en similares circunstancias, también se da a pocos metros de allí, en el parque que recorre otro eje central del barrio, la avenida Miriam Blasco. En ambos sitios, se localizan tramos por los que pasear parece una situación casi de valientes.
Ante esta panorama, vecinos de la zona denuncian que la falta de poda de los espesos árboles obliga a andar casi a oscuras por una de las avenidas más transitadas de ese segmento de la ciudad, en el que además también existen juegos infantiles públicos y privados, por lo que son muchos pequeños los que suelen pasear a diario por este parque central.
La contradicción, según relatan los vecinos, llega al observar la elevada cantidad de farolas existentes en un eje peatonal en el que, además, la mayoría suelen estar encendidas cuando la claridad del día desaparece, una situación que en este periodo del año se produce pasadas las seis de la tarde.
Los residentes relatan que la zona más afectada se sitúa en la parte central del parque, a la altura del centro comercial Torre Golf. En ese tramo, se localizan en torno a una veintena de focos en altura que están algo más que parcialmente ocultos tras las ramas, lo que mitiga en un alto porcentaje la luz que podrían aportar al parque, sobre todo a los flancos laterales. De hecho, vecinos de la zona plantean en tono irónico que si el Ayuntamiento quiere dejarles a oscuras, que ahorre al menos podando las ramas de los árboles y apagando alguna farola.
