La hoguera Calvo Sotelo seguirá manteniendo su nombre pese a los cambios en el callejero alicantino promovidos por el tripartito para cumplir con la Ley de Memoria Histórica. Una de las comisiones fundadoras de las Hogueras, con casi 90 años de historia, se niega a seguir el camino marcado por el Ayuntamiento de Alicante, que tramita el cambio de nombre de 45 calles y espacios vinculados al franquismo, como la propia plaza de Calvo Sotelo que previsiblemente pasará a llamarse plaza de la Puerta de San Francisco. «No tenemos ninguna intención de cambiar el nombre de nuestra hoguera, que se fundó en el año 1928. Además, Calvo Sotelo fue asesinado antes de la Guerra Civil », aseguró ayer el presidente de la comisión, Miguel Moreno, quien subrayó que, si el Ayuntamiento les presiona para cambiar de nombre, tomarán medidas. «Nosotros recibimos, como todas las hogueras, una subvención municipal. Espero que sigamos recibiéndola aunque nos neguemos a cambiar el nombre de nuestra comisión. Si no es así,si hay algún tipo de presión y sufrimos consecuencias económicas, iremos hasta el final, denunciaremos ante el Síndic de Greuges o ante la institución que haga falta».

Hasta que llegue ese momento, el dirigente festero tiende la mano al alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, con el que espera reunirse en breve para hablar sobre el asunto y llegar a un acuerdo que no afecte a ninguna de las partes. «Mañana mismo le voy a pedir una reunión para aclarar este tema, hasta ahora no hemos tenido ningún problema con el Ayuntamiento. Nosotros trabajamos para dignificar la fiesta de Hogueras, estamos al margen de la política», continuó el presidente de una hoguera que el pasado año plantó en Primera categoría y para quien el Ayuntamiento tendría que dedicar sus esfuerzos en mejorar la ciudad, por ejemplo, arreglando el perímetro de la plaza Calvo Sotelo, que como publicó este diario hace apenas dos meses presenta un grave deterioro, sobre todo en los pilares que rodean una de las plazas más visitadas de la ciudad. «Me consta que los vecinos están muy enfadados por el cambio del nombre de la plaza [que pasará a llamarse Puerta de San Francisco], aquí nadie sabía que había un periodo de alegaciones, y que ahora además ya ha terminado. Desde el Ayuntamiento, no han informado como deberían», concluyó Moreno, que promete batalla para mantener el nombre de una de las comisiones históricas de las Hogueras, que hoy cuenta con unos sesenta festeros.

Menos batallador se mostró ayer el máximo dirigente de otra de las hogueras que se pueden ver afectadas por la modificación del callejero de Alicante. La propuesta en la que trabaja la Concejalía de Memoria Histórica, dirigida por María José Espuch (Compromís), también incluye que el barrio José Antonio pase a conocerse como barrio Miguel Hernández, en honor al poeta oriolano. Esta modificación podría «salpicar» a la hoguera José Antonio, que también lleva el nombre del fundador de la Falange Española desde su puesta en marcha, hace ahora sesenta años.

El presidente de la comisión, José Miguel Gálvez, se mostró ayer esperanzado en que los cambios de nombres en el callejero de Alicante no afecten a una comisión modesta que el pasado año plantó en Sexta categoría y que cuenta con una treintena de festeros en sus filas. «Hemos cumplido sesenta años de historia y nos gustaría seguir con el mismo nombre», aseguró ayer el presidente de la hoguera Barrio José Antonio, quien reconoce que aún no han tratado el asunto a nivel interno. «No hemos hablado del tema aún, aunque yo le pregunté al alcalde, en una reunión, si el cambio de nombres nos iba a afectar a algunas hogueras y nos dijo que aún no podía decirnos nada, que esperásemos a la aprobación definitiva», explicó el cargo festero, quien admite que cambiarían de nombre si de ello dependiera la subvención municipal. «No estamos para perder 2.000 euros».

Los vecinos del todavía barrio José Antonio han convocado para el próximo viernes una protesta por la decisión del Ayuntamiento de cambiar el nombre del fundador de la Falange por el de Miguel Hernández. Tras el periodo de alegaciones, los residentes consiguieron que el área de Memoria Histórica rectificara y no denomine plaza del Pueblo Gitano a la actual División Azul. Ese enclave del barrio se pasará a llamar plaza de la Igualdad.