El alcalde, Gabriel Echávarri, dio un toque de atención a los concejales que, habiendo obtenido fondos del remanente del año pasado para inversiones, siguen sin comenzarlas, pese a la obligación de finalizarlas antes de que acabe el año. De lo contrario, según el primer edil, el dinero deberá destinarse a pagar deuda. «En ningún caso se pierde», dijo, pero agregó que «no podemos permitirnos el lujo de que Alicante se quede sin inversiones porque las tramitaciones están atascadas en las conceajalías». Al respecto, agregó que los ediles que «no cumplan» serán «penalizados» de cara al año que viene.

Por otro lado, la Junta de Gobierno Local aprobó ayer la liquidación del transporte público del año 2015, que ofrece un saldo positivo para el Ayuntamiento de 2,4 millones de euros, como aseguró el portavoz del tripartito, Natxo Bellido.