Esta tarde a las 18:30 horas centenares de educadores vuelven a concentrarse, esta vez ante la sede del Consell, en Gadea, para que Educación y Función Pública aborden su trabajo con seriedad y no se les utilice como monitores para los comedores o las actividades extraescolares.
El cambio de horario casi generalizado que han experimentado los colegios de la provincia, tras aprobar la jornada continua, ha dejado descolgados a los educadores. Se reivindican como el apoyo educativo que son para los alumnos diagnosticados y reclaman a los políticos que aborden de una vez por todas la Educación Especial.
¿Cuáles son las razones de la convocatoria?
Reivindicamos que se vuelva a convocar la mesa de negociación con las dos consellerias, Educación y Función Pública, para establecer un horario y funciones claras porque técnicamente dependemos de una conselleria, pero trabajamos para otra, y esto provoca funciones ambiguas.
¿De qué tipo?
Como funcionarios trabajaríamos de 8:00 a 15:00 horas, pero en los colegios no se respeta ni el tiempo para comer ni tampoco se computa. Por norma, hemos estado de 9:00 a 17:00 horas y, en función de las necesidades del centro, se puede incrementar, pero lo esporádico se ha convertido en norma y con la jornada continua cada director lo interpreta de una forma. Aunque los niños acaban a las 14:00 horas te obligan a ir hasta las 17:00.
Es el mismo horario, ¿dónde está el problema?
Como funcionarios no tendríamos por qué trabajar para empresas privadas como las que gestionan el comedor o las actividades extraescolares. Los educadores somos un apoyo educativo, nuestra labor es acompañar al maestro, no suplirlo ni trabajar para empresas anexas. Estamos en una situación de clara indefensión y en mi caso me he visto obligada a renunciar a la vacante por la incompatibilidad personal y familiar.
¿No le pasaría en cualquier otro trabajo?
En nuestra conselleria te dan una vacante, pero como no salen plazas de oferta de empleo público ni te dejan permutar al ser interino, pueden pasar tantos años que incluso te jubiles así.
Educación ha dado ya destino definitivo a dos mil docentes este año.
Pero los educadores técnicamente dependen de Función Pública. He ocupado un puesto de educadora especial durante tres años y no he podido seguir. Trabajaba en un pueblo de la provincia y en principio trasladas toda tu vida por el trabajo, pero no puedes hacerlo indefinidamente ni tampoco por cuestiones económicas: la autopista, la gasolina, el alquiler. En el centro estaba muy feliz, tengo mucho que agradecerles, pero al final tienes que valorar entre lo profesional y lo personal. Y es muy triste, porque me he enterado de que una de las alumnas ha vuelto a perder el control de esfínteres desde que no estoy. Les afectan especialmente los cambios de rutina.
¿Y en qué les afecta a los niños el horario del educador?
Al acabar las clases a las 14:00 horas no tenemos tiempo de coordinación con los maestros para preparar materiales y trabajar con los equipos de orientación la Educación Especial. Se nos obliga a ir al comedor y resulta que los que conocen más a los niños no tienen ni voz ni voto para decidir sobre el alumno, por no hablar de que se contrata sin una formación específica.
¿Quiere decir a trabajadores no preparados?
Pedimos mayor especificación para dignificar la profesión porque el requisito es el bachiller. No se me ocurre que la discapacidad no merezca un personal preparado.
Pero esto se arrastra de antes ¿por qué movilizarse ahora?
Todo va a más. Con el cambio de gobierno se pensaba que cambiaría, pero pasa el tiempo y sistemáticamente se vulneran los derechos, funciones y horario. Hay que ser conscientes, además, de las dificultades de trabajar con ratios tan elevadas. Es peligroso juntar a alumnos de distintas capacidades y problemas de conducta, y cuando no son diagnosticados el personal educativo ve la necesidad del recurso para determinados problemas.
Recientemente los tribunales les han dado la razón sobre sus funciones, ¿no se acata la sentencia?
La sentencia nos da la razón. Que los educadores no son monitores de comedor ni computan en las ratios, que son los directores los que tienen que gestionar sus recursos con las becas y contratar los monitores necesarios, pero se podía recurrir. Al margen de esto se tiene que reconocer la labor de los educadores de especial.
