Si está harta de algo es de tener que explicar, por activa y por pasiva, que la suya es una decisión personal y que lleva velo «porque soy musulmana, porque me identifica y porque me gusta». De hecho, su madre, Zara, intentó que la joven retrasara unos años más su decisión. Sin embargo, Anfal Mallik tiene las cosas muy claras a los 12 años. No es de extrañar. También tiene una mente privilegiada -acabó Primaria con matrícula- y unas habilidades para el baloncesto que no pasan desapercibidas. Una joven de 10 que ahora, además, ha sembrado precedente en el mundo del deporte valenciano.

La joven jugó hasta el año pasado en el equipo de baloncesto de su pueblo, Alginet, en Valencia. Sin embargo, fueron a buscarla desde el municipio vecino. El CB Marcelina Benifaió quería montar un equipo femenino y sabía que Anfal tenía cualidades de sobra. La joven aceptó encantada, pero le comunicó al club que quería jugar con velo. Empezaba un nuevo ciclo en su vida y tenía claro cómo lo iba a hacer. «Este año empezaba el instituto y no me apetecía que me conocieran de una forma y a mitad de curso, o al año siguiente, aparecer con el velo. Medité mucho mi decisión y quería empezar una nueva fase de mi vida como mejor me siento», explica la joven.

Mientras la joven Anfal y su familia disfrutaban el pasado verano en Argelia, la Generalitat Valenciana y la Federación de Baloncesto debatían su caso. ¿Qué hacer? La duda residía en si permitir o no a la joven jugar con el velo, habida cuenta de que la normativa de la Federación de Baloncesto impide practicar deporte «con símbolos religiosos». Finalmente, la Conselleria de Igualdad realizó un escrito para explicar que «consideramos que la prohibición del uso del 'hiyab' vulnera los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas que decidan utilizarlo y contribuye al aislamiento social de las musulmanas que deciden llevarlo».