La llegada a la provincia de un embolsamiento de aire helado en altura va a provocar una semana de lluvias generalizadas, aunque no muy fuertes, a partir de hoy en toda la provincia, algo que, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología, se prolongará hasta el sábado, cuando tenderá a remitir. No se trata, en principio, de una situación de gota fría, pero pueden producirse tormentas fuertes puntuales como las que cayeron la semana pasada en Alicante, Orihuela y Elche dejando registros medios de diez litros por metro cuadrado. El riesgo de que llueva es del 80%, por lo que será difícil que algún municipio se libre de una lluvia que, por otro lado, se necesita en una provincia donde la sequía afecta ya hasta la actividad cinegética pese a los esfuerzos de los cazadores por mantener los cotos. Según el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, las precipitaciones más fuertes se registrarán en la Marina Alta.

Lloverá pero las temperaturas se mantienen estables, entre 24 y 18 grados. El domingo, el buen tiempo y la templada temperatura del mar todavía invitaban al baño. Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, explicó ayer que «lo que ocurre es que hay restos de inestabilidad en las capas altas y los vientos en superficie van a ser del Este y Noreste, lo que favorece las lluvias. En estas circunstancias es normal que se formen algunos chubascos y llueva, pero no es nada extraordinario. Como suele ocurrir en estos casos, la Marina Alta recibirá la mayor parte de las lluvias», subrayó Olcina.

Recordar, en este sentido, que los restos de la gota fría que sacudió la semana pasada Cataluña provocaron que el pasado jueves ciudades como Alicante registraran el primer gran día de lluvia de los últimos seis meses, que dejaron registros medios de 10 litros por metro cuadrado, equivalente a un cuarto de riego. Los expertos calculan que deben caer 40 litros para que el agua llegue a los acuíferos, que fueron recibidos, sin embargo, como una bendición en el sector agrícola, azotado durante tres años consecutivos de sequía que han dejado pérdidas superiores a los cien millones de euros.

El agua vino muy bien para la vegetación en general, pero sobre todo para las hortalizas. El agua sirvió también para testar en Alicante el buen funcionamiento del depósito anticontaminación de San Gabriel, que recogió 30 millones de litros de agua (30.000 m3) de aguas pluviales que se dirigían al mar cargadas de suciedad. Un caudal equivalente al necesario para llenar 10 piscinas olímpicas.

Pese a las lluvias, la provincia sigue en alerta por la sequía, por lo que la Conselleria de Agricultura ha vuelto a recomendar precaución en las quemas agrícolas para la eliminación de restos agrícolas en prevención de incendios forestales. A pesar de que la quema en hogueras, cuya prohibición estival acabó el pasado sábado, es el método que tradicionalmente se ha utilizado para la eliminación de los restos de la poda, existen alternativas como su utilización como leña en chimeneas, paelleros y calderas, como biomasa, o su trituración.

No obstante, en caso de quemar estos restos, conviene recordar que todas las quemas a menos de 500 metros del terreno forestal están reguladas y que hay que consultar en el ayuntamiento correspondiente si existe un plan local de quemas y, si no lo hay, se deberá solicitar un permiso a través de los agentes medioambientales. Además, hay que respetar las restricciones en cuanto a niveles de alerta y horarios.