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De Valencia a Villena, de ciudadano rico a ciudadano pobre

en 2003, se inauguró la ciudad de la Justicia de Valencia, que costó a la Generalitat Valenciana la friolera de 122 millones de euros. Un edificio colosal en mitad del «boom» urbanístico que es la envidia de la judicatura de media España y se ubica junto a la Ciudad de las Artes, en el corazón de la Capital del Turia. Años más tarde, en 2010, se abrió la Ciudad de la Justicia de Elche, la segunda más grande de toda la Comunidad, con un coste de casi 30 millones de euros. Ya en ese año, los juzgados de Villena llevaban dos largas décadas funcionando con un acceso ilegal porque no hay una rampa para personas con discapacidad. Algo que ocho años después continúa avergonzando a magistrados, fiscales y funcionarios.

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