El recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) costará en 2017 a los contribuyentes de la ciudad de Alicante lo mismo que han pagado este año. Además, se podrá abonar fraccionado en hasta cinco plazos sin intereses, domiciliado o no, al entender que «todavía hay una situación complicada a nivel social y por tanto no es el momento para subir un impuesto como es el IBI», explicó ayer Natxo Bellido, portavoz del tripartito que dirige el Ayuntamiento, que ha recuperado la gestión de tributos que estaba en manos de Suma.

Para que siga congelado, la Concejalía de Hacienda ha decidido reducir en un cinco por ciento el tipo que aplica el municipio, para compensar de este modo la subida del catastro que marca la Unión Europea para las grandes ciudades. Así lo ratificó ayer el tripartito en junta de gobierno, que aprobó la modificación de la ordenanza fiscal reguladora. Bellido explicó que se mantiene el fraccionamiento del pago del IBI en periodo voluntario para que haya «más facilidades». Se podrá pagar en dos, tres, cuatro y cinco cuotas, sin intereses.

En cambio, sí sube la tasa reguladora de los mercados municipales. El incremento es un 30% en el precio del alquiler de los puestos, una medida que ya conocen los comerciantes, según apuntó el edil.

De este modo, el alquiler de los puestos en el Mercado Central de Alicante costará a los placeros 34 euros mensuales, y 32 euros a los vendedores de los otros mercados municipales de la ciudad.

El encarecimiento será de entre ocho y nueve euros más al mes. Una subida que el tripartito justifica en que la antigua tasa, que databa de 2001 y aún estaba en pesetas, «nos producía pérdidas con tanto gasto en vigilancia y limpieza».