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Gasolineras como setas

Alicante es una de las provincias españolas donde más proliferan las estaciones de servicio low cost

Coches en una gasolinera low cost de Alicante, y al fondo, otra, Petro Prix, en color rojo. ISABEL RAMón

Dos gasolineras low cost en apenas cien metros en la avenida de Novelda de Alicante, camino de la Universidad, abiertas en el último año justo enfrente de una estación de servicio convencional; y seis nuevas en una misma zona de Torrevieja, la mayoría de marca blanca, en una ciudad con 36 instalaciones para 90.000 habitantes, algo que el propio sector considera excesivo. Son algunos de los ejemplos de concentración de gasolineras en la provincia, un negocio que prolifera desde que en 2013 el gobierno central aprobó un decreto «de estímulo de creación de empleo» por el que los ayuntamientos no pueden denegar peticiones de estaciones de servicio en suelo comercial o industrial. Es, al menos, la explicación que da la Concejalía de Urbanismo de Alicante, que culpa de esta situación al PP, y que en el último año ha concedido cinco licencias de construcción y actividad de gasolinera, una de ellas a apenas 100 metros del monasterio de Santa Faz, lo que ha despertado malestar en la pedanía. La mayoría son low cost, y dos están en hipermercados.

Otro ejemplo de concentración de gasolineras está precisamente en el entorno del caserío, en la carretera de Valencia, donde en apenas 400 metros habrá tres: una que lleva ya tiempo, otra en construcción junto a un negocio de caravanas, y la tercera, la de la polémica, muy cerca de la torre defensiva de Santa Faz, protegida como Bien de Interés Cultural, que tiene licencia desde mayo para venta de combustible, lavadero y tienda, aunque aún no está en obras.

Alicante es una de las provincias, con Valencia, Madrid y Barcelona donde más crecen las gasolineras low cost, que son ya un 10% del total, con personal y sin él, según datos de la Federación Mediterránea de Estaciones de Servicio, lo que supone el doble de la media española. En la provincia hay unas 300 estaciones de servicio en total pero, según un informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores del pasado verano, entre 11 y 20 estaban desatendidas: no tienen empleados. La Federación ha comprobado que 28 incumplen la normativa autonómica por no tener personal o no cumplir el horario diurno establecido de atención, que es de 6 a 22 horas.

Los dos puntos low cost que abrieron en los últimos meses en la avenida de Novelda de Alicante han restado más del 30% del negocio a la Repsol de enfrente. En ello tienen que ver los precios: esta semana el litro de gasolina 95 en ésta costaba 1,23.9 y el diésel entre 1,14 y 1,16. Enfrente, la low cost Gas Express, abierta 24 horas, ofrecía el combustible a 1,03,9 la gasolina y 89,9 el diésel, y a menos de cien metros, Petro Prix lo vendía aún más rebajado. Es decir, una diferencia de más de 20 céntimos.

Desde la Asociación Provincial de Gasolineras, su presidente Emilio Córcoles habla de competencia desleal. «Hay una serie de productos que tienen unos aditivos y una calidad, pero estas estaciones prescinden de ellos, lo que perjudica al cliente. También se ahorran los gastos de personal». Las asociaciones de discapacidad, el sindicato CC OO, los empresarios del sector y la Federación de Estaciones de Servicio aplauden el paso que ha dado el Congreso de los Diputados para que haya personal en todas las gasolineras al menos en horario diurno. Asimismo, instan al Consell a paralizar la iniciativa en marcha de libertad horaria y teleasistencia, por la que se permitiría al empleado no estar físicamente en la gasolinera siempre que en un cuarto de hora acuda a la llamada del usuario a través de un timbre.

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