Los científicos aseguran que las playas del Mediterráneo no se perderán pero exigen medidas para proteger las viviendas situadas en primera línea. Según los climatólogos, no hay base científica que corrobore la desaparición de puertos y playas alicantinas a consecuencia de la subida de temperaturas y del nivel del mar por el cambio climático pero sí es cierto que estudios y publicaciones avanzan procesos meteorológicos extremos, con más lluvias torrenciales y periodos de sequía en la próxima década, que afectarán a la franja costera más expuesta.
La mayor subida del nivel del mar, de una media de 40 centímetros a medio metro en el Mediterráneo, y el aumento en la frecuencia de los temporales de Levante, supondrán frecuentes desalojos de las edificaciones situadas en la franja costera más expuesta, según las conclusiones de los expertos que han participado esta semana en Alicante en el congreso internacional de la Asociación Española de Climatología. Los científicos reclaman a los ayuntamientos que en las ciudades se habiliten espacios para cuando haya que realizar evacuaciones y que se proteja mejor la primera línea costera. De hecho, y en base a sus investigaciones, auguran que en algunos casos habrá que derribar casas y edificios muy expuestos y buscar terrenos alternativos donde ubicar a sus ocupantes.
«No se acabará el turismo de sol y playas, pero las viviendas de la primera línea costera sí se verán afectadas. Habrá que proteger mejor esos espacios o desalojarlos para evitar riesgos», explica Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad. «Perderemos confort climático en Alicante pero también puede ser una oportunidad de negocio si se transforman actividades como el turismo y la agricultura. Hay que reflexionar y ponernos a trabajar porque la temperatura del planeta va en aumento», explica
Aunque la subida de los mares llegará a ser de hasta un metro en algunos lugares, como explica el investigador del Instituto Geológico de Finlandia, Philipp Schmitd Thome, no será uniforme y el Mediterráneo no sufrirá tanto al estar mucho más cerrado. La subida podría rondar el medio metro, «pero nada que ver con lo que puede pasar en las costas del Atlántico y el Pacífico, donde se espera que sea mucho mayor», dijo.
Francisco Espejo, del Consorcio de Compensación de Seguros, destacó que cada vez hay más pérdidas económicas por peligros climáticos aunque en el lado positivo hay menos víctimas. Asimismo, incidió en que se producen destrozos con episodios pequeños de lluvias fuertes, de 50 ó 60 litros, «debido a la ocupación del territorio en espacios indebidos». Se refiere a daños en viviendas construidas en laderas o barrancos «porque los que planifican, los políticos, dan licencias en sitios donde no se debe», apuntó Robert Royo, de la Asociación Valenciana de Meteorología. Reclaman que se desarrolle la nueva ley de Costas, de 2014, que obliga a hacer planes detallados de riesgo en el litoral.
