El reto era sencillo. Cubrir los cerca de 3,5 kilómetros que separan la avenida del Doctor Rico del Ayuntamiento de Alicante usando diferentes alternativas de transporte. El grupo Alacant en Bici organizó el pasado miércoles una carrera para comprobar cuál es el medio de transporte más rápido y poner en relieve las dificultades que existen para moverse por la ciudad.
Una bicicleta, una bicicleta eléctrica, el coche, el autobús y andando fueron las formas de desplazamiento elegidas. A las 12.20 de la mañana se dio la salida desde la puerta del diario INFORMACIÓN y exactamente 12 minutos después aparecían en la plaza del Ayuntamiento las dos bicicletas. Ambas llegaron al mismo tiempo, pese a que habían seguido distintas rutas. Juan Gomis, el propietario de la bici eléctrica, cubrió la distancia utilizando en el 90% del recorrido espacios adaptados para las bicis, como ciclo calles o carriles bici, mientras que su compañero Luis Falcó sólo utilizó este tipo de infraestructuras en un 60% del recorrido.
Peatones que se despistan y se meten en los espacios reservados para las bicis en las aceras o coches aparcados en los carriles bici son los principales obstáculos que ambos encontraron en su recorrido. La principal ventaja, poder dejar la bici en la misma plaza del Ayuntamiento.
Once minutos más tarde aparecían Clement Penalva y Susana Moreno, quienes habían empleado el coche. Pese a que no encontraron mucho tráfico por las calles de la ciudad, «lo peor ha sido aparcar. Directamente nos hemos ido al parking del Puerto, porque a esta hora y en esta zona es imposible encontrar una plaza libre». Además del desembolso económico, «hemos empleado 10 minutos en aparcar, salir del parking y llegar caminando hasta la plaza», explicaban los dos participantes.
Casi al mismo tiempo que ellos, apenas tres minutos después, llegaba caminando Eduardo Dobeson y su primeras queja fue para los semáforos. «En algunas calles tardas muchísimo en poder cruzar y encima el semáforo te va agobiando, indicándote los segundos que te quedan para cruzar. A los coches no se les azuza de esa manera».
La última en llegar fue Mari Carmen García, quien empleó 35 minutos en cubrir los 3,5 kilómetros de recorrido utilizando el autobús. «Vivo en San Blas y lo malo es que las líneas que enlazan con el centro tienen muy poca frecuencia, cada 22 minutos, aunque hoy por suerte sólo he esperado 5 minutos. Además dan mucha vuelta y hacen muchas paradas».
Para Daniel La Parra, integrante de Alacant en Bici y organizador de esta carreta de medios, el resultado de la prueba demuestra la necesidad de que la ciudad invierta en otros medios de transporte alternativos al coche. «Alicante está pensada para los coches, lo que al final no resuelve nada, porque hay atascos, faltan plazas de aparcamiento y al volante la gente se vuelve más agresiva». Este colectivo ha solicitado al Ayuntamiento una serie de medidas, una de las más importantes «el calmado del tráfico, hacer que los límites de velocidad se respeten y que en muchas calles bajen a 30». Esta velocidad «permite la circulación de las bicicletas sin tener que recurrir a infraestructuras como los carriles bici en las aceras, que consideramos muy poco prácticos ya que se invade el espacio del peatón».
