La decisión del Ayuntamiento de eliminar del callejero de Alicante hasta 46 nombres de calles y otros espacios públicos con vinculaciones fascistas ha puesto de acuerdo a las principales asociaciones de vecinos afectadas. Todas las entidades critican que la Concejalía de Memoria Histórica haya elaborado una lista -donde se incluyen las calles a cambiar y los nuevos nombres propuestos- sin consultar previamente a los vecinos que residen en esas vías con connotaciones franquistas. «Mucho hablar de promover la participación ciudadana, pero aquí ha brillado por su ausencia. Nadie nos ha preguntado nuestra opinión sobre el nuevo nombre para las calles», aseguró ayer la presidenta de la Asociación de Vecinos del Pla, Carmen Cobela. En ese barrio, hasta seis calles cambiarán de nombre si finalmente el pleno municipal aprueba la propuesta que salga de la comisión municipal de la Memoria Histórica, que tendrá un plazo de 15 días para alegar el listado inicial configurado desde el departamento dirigido por María José Espuch (Compromís). En la misma línea se muestran otras asociaciones de vecinos afectadas por la modificación del callejero, como en La Florida. «Denunciamos que nadie ha contado con nosotros, nos vamos a oponer, armaremos el follón necesario», aseguró ayer José María Hernández Mata, quien reprochó además el nombre que proponen para la actual calle Fernando Madroñal. «¿Institución Libre de Enseñanza de la República? Ese nombre es un disparate», añadió el dirigen vecinal.

Desde el actual Barrio José Antonio -que pasará a llamarse Miguel Hernández-, el presidente de la Asociación de Vecinos Sol d'Alacant, Lisardo Gabarre, también criticó ayer que los vecinos no hayan tenido la oportunidad de participar en la elección de los nuevos nombres que sustituirán a las denominaciones franquistas. «No han contado ni con la asociación de vecinos ni con la junta de distrito. No nos importa tanto que quiten el nombre de José Antonio del barrio o el de División Azul de la plaza, como que nos impongan nuevos nombres. Así sólo van a seguir removiendo el pasado de España», añadió Gabarre, quien sostuvo ayer que la propuesta de denominar como plaza del Pueblo Gitano a la actual División Azul no hará más que aumentar «la tensión» en el barrio. «No queremos más divisiones, y menos que sean por poner ese nombre a la plaza. Para el barrio sería mucho más interesante que pusieran luces, aumentando la seguridad, y no tanto que cambien el nombre del barrio o de la plaza», apuntó ayer el dirigente vecinal.

También se mostraron ayer a disgusto con la nula participación vecinal en el proceso de propuestas en San Gabriel, donde al menos tres calles cambiarán de nombre. «No sabíamos nada, nos hemos enterado por el periódico. Están poniendo nombres que dan pena: el quítate tú para que me ponga yo», aseguró ayer Antonio Moya, de la asociación de vecinos.

Más satisfecho con el propuesta municipal estaban ayer en el Casco Antiguo, de donde desaparecerá, entre otras, la calle Primo de Rivera. «Estamos contentos, a nadie le gustará vivir en una calle con ese nombre. ¿Las propuestas? Yo no soy partidario del revanchismo», apuntó Morán Berruti.