Padres y representantes docentes en las formaciones sindicales de enseñanza coinciden en reclamar para la totalidad del alumnado una competencia lingüística que sea equivalente en valenciano y castellano, por lo que entienden que el decreto de plurilingüismo presentado por el conseller, Vicent Marzà, se ha quedado corto.

El martes, convocados en el Consejo Escolar Valenciano para culminar la consulta social del documento, solicitarán que el nivel más bajo del que partan todos los colegios sea el Intermedio, erradicando el Básico que el decreto asimila a las actuales líneas en castellano que solo imparten en valenciano la asignatura propia de la lengua y otra materia a elegir entre Naturales y Sociales.

«Se debe establecer como límite inferior un nivel que garantice la adquisición de las competencias propuestas, es decir, que el modelo establezca como mínimo el intermedio», precisa la Confederación de padres Gonzalo Anaya. Los representantes de las familias están en la línea de lo que ya han acordado conjuntamente los sindicatos STEPV y CC OO, así como Escola Valenciana.

Para Covapa, la también formación autonómica de padres, el decreto sale con demasiadas prisas, y coincide con la confederación de centros concertados, Concapa, en que la nomenclatura de los seis subniveles es confusa y discrimina a los alumnos cuyos centros se mantengan en el Básico.

Los padres demandan mayor participación en el modelo lingüístico para sus hijos, y que no se limite a la votación en el Consejo Escolar porque «serán los profesores los que decidan la lengua en que estudian nuestros hijos».

Todos los colectivos demandan mayor inversión dado el bajo índice de profesorado formado en inglés, y piden la acreditación en lenguas conforme se llegue a un nivel y no sólo con el superior.