El principal foco de discrepancia con la propuesta del cambios en el callejero alicantino se trasladó ayer al todavía barrio José Antonio, que si sigue adelante la iniciativa de la Concejalía de Memoria Histórica pasará a llamarse barrio Miguel Hernández, en homenaje al poeta oriolano. Desde primera hora de la mañana de ayer, no había otro tema de conversación en la sede del Club Deportivo Barrio José Antonio, ubicado en la que todavía se llama plaza de la División Azul. La opinión era unánime: nadie quiere que la plaza pase a denominarse «del Pueblo Gitano». «No sé quién habrá propuesto ese nombre, pero es una forma más de dividir a los vecinos que vivimos aquí», aseguró ayer Juan Ponce, en una opinión a la que se fueron sumando otros residentes que se encontraban en la sede o, simplemente, que pasaban por la zona.

Tal era ayer el enfado en el barrio José Antonio que varios vecinos anunciaron la intención de empezar a recoger firmas para que el Ayuntamiento se replantee la nueva denominación de la plaza. Y es que, a preguntas de este diario, la mayoría de los residentes aceptaban -con mejor o peor grado- que dos nombres de vinculación franquista -como José Antonio y División Azul- desaparezcan del callejero alicantino, aunque discrepaban de la propuesta de «plaza del Pueblo Gitano», por el aumento en la tensión entre los vecinos. «Si ya hay problemas entre unos y otros, que ahora la plaza se llame así no hará más que dividir a la gente», aseguró un veterano residente, que prefirió permanecer en el anonimato para evitar problemas. En esa línea, se mostró otro vecino, Antonio Gómez: «Si van a poner ese nombre a la plaza, mejor que dejen el que ahora tenemos».

El dirigente vecinal Lisardo Gabarre admitió ayer su preocupación ante la propuesta del Ayuntamiento. «Llamar a la plaza del Pueblo Gitano va a incitar a la violencia entre los vecinos. Es un barrio en el que ya hay problemas de convivencia, por lo que no es necesario avivar la tensión», añadió Gabarre, de etnia gitana.