La ausencia del portavoz de Ciudadanos, José Luis Cifuentes, en el pleno municipal celebrado ayer volvió a dar al tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) la mayoría que perdió cuando expulsó a una de sus ediles, Nerea Belmonte. El alcalde, Gabriel Echávarri, hizo uso de su voto de calidad para deshacer empates en las votaciones hasta en cinco ocasiones y con ello impidió que prosperaran dos iniciativas presentadas por el propio Cifuentes que no regresará hasta hoy de un congreso de lingüística al que asistió en Alemania en las que pedía reprobar al edil de Limpieza, Víctor Domínguez, y crear una comisión para fiscalizar el servicio. El voto de calidad del alcalde también permitió el traspaso de 150.000 euros entre las áreas que gestiona la edil Julia Angulo pese a que la oposición lo tumbó en una comisión previa al pleno.

De «ridículo» llegaron a calificar el papel de Ciudadanos en el pleno tanto desde el equipo de gobierno como desde el PP, que se queda solo al frente de la oposición municipal ante el patinazo de la agrupación naranja. El malestar por la ausencia del portavoz municipal de Ciudadanos también se dejó notar entre sus filas hasta el punto de que el edil Antonio Manresa llegó a ironizar en su intervención asegurando que «la ciudad está sucia y lo saben aquí y en Alemania». Lo acontecido ayer en el pleno abre una crisis en el seno de Ciudadanos, que ya advirtió a Cifuentes de que si no regresaba a tiempo para el pleno, lo apartaría de portavoz. Un ultimátum al que Cifuentes respondió con la advertencia de que si se toman medidas contra él, habrá reacción por su parte. No aclaró si su decisión pasaría por irse, dar batalla interna o marcharse del partido con el acta para quedarse como edil no adscrito.

Como estaba previsto, Cifuentes no fue al pleno y su ausencia dejó en 14 los votos de la oposición (4 de Ciudadanos, 8 del PP y los dos de los ediles tránsfugas) al igual que los 14 que suma el tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís). El voto de calidad del alcalde garantizó la mayoría al tripartito para salvar de la reprobación a Domínguez. Mientras, Ciudadanos se estrellaba con la que era su propuesta más contundente hasta la fecha, presentada por indicación del partido ante la tibieza en la oposición que venían desempeñando. Además, los de Cifuentes fueron el blanco de las críticas durante el pleno.

Para el partido, la ausencia de Cifuentes resulta imperdonable. Desde la bancada de Ciudadanos, la portavoz adjunta Yaneth Giraldo la apuesta del partido para sustituir a Cifuentes si es apartado de portavoz defendió la reprobación de Domínguez. Llegó a «rogar al alcalde» que apoyara la iniciativa «por encima de la estabilidad» del tripartito. Pero no lo consiguió. El primer edil salió en defensa de su socio de Guanyar y no perdió la ocasión de dejar en evidencia a los cuatro ediles de C's que había en el pleno: «Domínguez tiene mi apoyo político y personal porque es una persona que trabaja y si ustedes pasaran una semana con él, o se van a Alemania o se van a los no adscritos». El propio edil de Limpieza calificó de «esperpéntico» que el portavoz de Ciudadanos presentara la iniciativa para ausentarse después e impedir que prospere en lo que Domínguez calificó como «una dejación de funciones y falta de respeto a los componentes del pleno y la ciudadanía».

Aunque desde el PP votaron a favor de la reprobación presentada por Ciudadanos, el portavoz popular Luis Barcala cargó duramente contra Cifuentes. «Cuando uno presenta una iniciativa, hay que defenderla hasta el final», consideró Barcala, quien con evidente malestar añadió que «hemos convertido en un circo de tres pistas este pleno» y reprochó a Ciudadanos las iniciativas que no salieron adelante por la ausencia de Cifuentes.

Aunque el hueco vacío de Cifuentes se llevó ayer el protagonismo, los dos ediles tránsfugas tampoco pasaron desapercibidos. El vicealcalde de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, aprovechó su primera intervención para pedir la dimisión de Fernando Sepulcre (ex de Ciudadanos) y de Belmonte (ex de Guanyar). La mayor tensión, sin embargo, se produjo en el duelo dialéctico entre Belmonte y Angulo, que sustituyó a la primera al frente de las áreas de Acción Social y Vivienda tras su expulsión.

La edil no adscrita acusó a Angulo de no responder a sus preguntas acerca de la exclusión de personas sin ningún recurso de las ayudas para vivienda, sobre la adjudicación de pisos sociales a conocidos o del intento de hermanar Alicante con la ciudad de Esmeraldas ocultando a sus socios que su hermana es vicealcaldesa. Angulo, por su parte, agradeció a Cifuentes su ausencia porque permitió sacar adelante el traspaso de fondos para ayudas al alquiler social, justificó que conocía a beneficiarios de viviendas sociales por su colaboración con diferentes colectivos y recordó que se inhibió en la votación, «lo que no hizo usted cuando dio el 'contratito' a sus amigos», espetó a Belmonte.

Los dardos entre Belmonte y los miembros del tripartito fueron constantes. El alcalde cerró el pleno cargando contra ella y asegurando que lo único que «le he negado cuatro veces» fueron «entradas gratis» que, asegura, le pidió para ir a la corrida de toros de José Tomás. «Qué dice, no mienta», le espetó Belmonte desde su asiento.