¿Cómo han cambiado las redes sociales y las nuevas tecnologías los problemas de acoso escolar?
Hoy en día no tiene sentido distinguir entre ciberacoso y acoso escolar. Todo acoso tiene una parte de ciberacoso. Ahora las agresiones, los insultos se graban y se cuelgan en internet. Esto agrava la situación, porque el niño que antes sufría acoso, al menos sabía que cuando llegaba a casa las agresiones paraban. Ahora saben que aunque se cambien de colegio, la situación va a continuar. Precisamente en los casos de suicidio que se han producido en los últimos años las víctimas no encontraban salida a su situación.
El acoso de los adultos a los niños a través de las redes sociales está a la orden del día. ¿Cómo prevenir que los menores caigan en estas situaciones?
Los consejos del tipo «no hables con extraños» ya no valen. Hay que asumir que nuestros hijos van a correr riesgos, que de sus 500 amigos, a 400 ni los conocen. Hay que pasar a una siguiente fase y aconsejarles, por ejemplo, que no hablen de sexo con extraños o que no cuelguen fotos que no querrían que sus padres viesen. También que no compartan datos muy personales, como números de cuentas, dirección, nombre de los padres...
¿Es buena idea ser amigo de tus hijos en las redes sociales?
Más bien hay que enseñarles a tener un comportamiento responsable en las redes sociales. Ir en plan policial no sirve de nada, porque tus hijos siempre van por delante de ti. Sí se puede llegar a algún tipo de acuerdo con ellos y cada cierto tiempo, con su permiso, revisar las amistades y el contenido de sus redes sociales.
¿Qué echan en falta las fuerzas de seguridad en su trabajo para atajar las situaciones de acoso?
Sería necesario un trabajo más coordinado entre Fiscalía, centros escolares y sanidad. Ahora mismo, cada administración tiene sus propios protocolos y en ocasiones éstos chocan entre sí. Debemos de trabajar todos juntos.
¿Qué consejo le da a alguien que pueda estar sufriendo acoso?
Que se lo cuente a alguien. El gran peligro de estas situaciones es el silencio.
