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Radiografía lingüística de la provincia

Sólo 65 colegios y 3 institutos estudian en valenciano

Los datos sitúan a la provincia claramente a la cola de la Comunidad en la formación en lenguas

Sólo 65 colegios y 3 institutos estudian en valenciano

Habrá que esperar al menos 15 años más para que los estudiantes de la provincia puedan obtener de forma generalizada el certificado de inglés C1 al terminar el Bachillerato, el nivel más elevado de los que contempla el nuevo decreto de plurilingüismo que la Conselleria de Educación quiere aprobar antes de Navidad.

Es una conclusión común entre los especialistas universitarios que forman a profesores en la Facultad de Educación de la Universidad de Alicante, o integran la Unidad de Educación Multilingüe a la que requirió el conseller Vicent Marzà para dar forma al nuevo decreto.

Serán, con suerte, quince años, pero ¿y ahora? ¿qué formación en lenguas obtienen nuestros alumnos? Los últimos datos sobre la escolarización en valenciano relegan a la provincia de Alicante, con tan sólo un 17% de todo su alumnado frente al 30% de Valencia y el 61% de Castellón, apuntan desde Escola Valenciana.

Son cifras que dejan muy mal parada a la provincia. Apenas 65 colegios y 3 institutos, entre sus 565 centros públicos y concertados, ofrecen la enseñanza en valenciano al final de la cual los alumnos salen preparados para el Mitjà, nivel que se requiere para opositar. El nuevo decreto añadirá el certificado directamente, sin necesidad de examinarse.

Estos pocos centros se sitúan en la avanzadilla del nuevo decreto de plurilingüismo, todos ellos públicos y ninguno concertado. En la provincia de Valencia suman 210, tres veces más, y en Castellón casi 150, más del doble y con menos centros proporcionalmente.

Con ser escasa, el investigador del campo de la lengua y miembro de la Unidad Multilingüe de la UA, Vicent Brotons, valora positivamente que exista esta vanguardia o referente sobre la que miren los demás «para ir corrigiendo los errores». Y considera «imprescindibles» el seguimiento y evaluación comprometidos por el conseller Vicent Marzà.

No sorprende que ninguno de estos centros referentes esté en la Vega Baja: cero colegios e institutos con linea en valenciano, y apenas cuatro con la doble línea de castellano y valenciano, que son los que en cada curso cuentan con las dos opciones. Lo que sí llama la atención es que en l'Alcoià apenas un colegio enseñe en valenciano, y ningún instituto. Los tres únicos de la provincia en valenciano están en la Marina Alta y el Comtat, donde se invierte la escolarización lingüística que se ofrece en la Vega Baja o en el Alto Vinalopó con una enseñanza mayoritaria en castellano. Este último será el nivel básico del que parte el nuevo decreto: todo se imparte en castellano a excepción de la propia asignatura de valenciano y alguna otra en esta misma lengua, Naturales o Sociales; amén de al menos dos asignaturas en inglés que hasta el momento se han introducido de forma generalizada -aunque inicial- hasta segundo curso de Primaria, siguiendo el decreto de plurilinguismo aprobado por el PP y vigente desde 2012.

Engaño

La provincia cuenta, además, con un centenar de colegios e institutos, casi uno de cada cinco, que han ido sumándose desde 2009 a la conocida como red de centros plurilingües. Implica que hacen un esfuerzo, aprovechando que disponen en su plantilla de algún profesor con nivel de inglés, y refuerzan la enseñanza en esta lengua en un par de asignaturas, las que domine el profesor capacitado. Directores de estos centros admiten que imparten en realidad un «falso» plurilingüismo.

El catedrático y subdirector del departamento de Didáctica General y Didácticas Específicas en la Facultad de Educación de la UA, Joaquín Martínez Torregrosa, aprecia que la mayoría del profesorado que actualmente enseña la asignatura de inglés, «no pasaría el First Certificate de Cambridge, porque no lo hablan con fluidez». Echa en falta la dinámica que aplican en Francia, donde «buscan profesores españoles para enseñar español». Coincide con el conseller Marzà cuando apunta que la cuestión «no es tanto aumentar las horas de inglés, sino cambiar la formación de los docentes».

Desde la conselleria aseguran haber «empezado a trabajar con las universidades nuevos planes de formación con los perfiles que deberán tener los futuros docentes, fundamentalmente de las facultades de Magisterio». El investigador Brotons abunda que «ahí es donde hay que incidir».

Antonio Diez Mediavilla, coordinador de Didáctica de la Lengua, coincide en la necesidad de reconducir la enseñanza de las lenguas empezando por el profesorado, « al que hay que enseñar didácticamente. No basta con estar cualificado para ser profesor de idiomas», recalca.

Eso, y una inversión potente «porque la requieren nuestros alumnos para salir formados». En cualquier caso el quid de la cuestión, afirman los profesionales, está en el «desarrollo» de un decreto que, teóricamente, les parece que pinta bien.

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