En poco más que un protocolario intercambio de regalos quedará el intento de hermanar Alicante y Esmeraldas, la ciudad ecuatoriana en la que nació la concejala de Cooperación, Julia Angulo, y donde su hermana, Dannys Cecilia Angulo, ejerce de vicealcaldesa. El malestar surgido en las últimas horas en el seno del tripartito por desconocer el vínculo familiar hasta que el propio alcalde de Esmeraldas, Lenin Lara Rivadeneira, lo comentó durante la recepción oficial que el pasado jueves ofreció el regidor socialista, Gabriel Echávarri, ha desembocado en la definitiva marcha atrás de la promotora de la iniciativa dentro del equipo de gobierno. Empezó a sopesarlo cuando se escucharon las primeras voces críticas en el Ayuntamiento y finalmente ha decidido dar un figurado carpetazo al asunto. «He planteado al grupo [Guanyar] y al alcalde [de Alicante] paralizar los trámites. He reconsiderado [el hermanamiento] y creo que es mejor dejarlo estar», confirma Angulo, quien mantiene que la renuncia no se debe a la existencia de «nepotismo» -como denuncia el PP- ni a «tráfico de influencias». Y eso sí, sostiene que es una decisión personal, sin presiones externas de unos socios de gobierno entre los que no entusiasmó la decisión de estrechar lazos con una ciudad dirigida -como «número dos»- por la hermana de Angulo. Tampoco gustó nada en la oposición, que exigieron desde el primer momento que se paralizaran los trámites para estrechar lazos con Esmeraldas, una localidad del noroeste de Ecuador de unos 154.000 habitantes.

Según Angulo, su decisión de poner freno definitivamente el hermanamiento con su ciudad natal -de la que se empezó a hablar el pasado miércoles en un comunicado del gabinete de prensa del Ayuntamiento- no implica reconocer ningún error, sino evitar más conflictos internos en el equipo de gobierno, donde las disputas por asuntos de distinto calado han sido habituales en los últimos quince meses. «No vale la pena un conflicto en el tripartito por este asunto, seguro que el alcalde puede manejar otras opciones de hermanamientos con otras ciudades», añadió ayer Angulo, quien afirma que «seguiría defendiendo el hermanamiento» con Esmeraldas si los «derechos de los ciudadanos alicantinos salieran perjudicados» con la renuncia.

La decisión definitiva llega apenas dos días después de que el salón azul del Ayuntamiento de Alicante acogiera la recepción oficial al alcalde de Esmeraldas, Lenin Lara Rivadeneira. Al acto acudieron hasta seis miembros del tripartito -el alcalde, Gabriel Echávarri; el vicealcalde y líder de Guanyar, Miguel Ángel Pavón; y los concejales Julia Angulo, Sofía Morales, Víctor Domínguez y Dani Simón-, junto a dos diputados nacionales de Podemos, Rita Bosaho y Txema Guijarro, y el cónsul de Ecuador en la provincia de Alicante, Carlos Torres. Durante su visita a la ciudad de Alicante, el regidor ecuatoriano mantuvo hasta tres encuentros con distintos miembros del equipo de gobierno: empezó el día con una reunión de trabajo con los ediles de Guanyar en la corporación municipal, continuó con una segunda reunión con el concejal de Tráfico, Fernando Marcos (PSOE), y concluyó -según la agenda municipal y tras ser el protagonista de la recepción oficial- con una última reunión con el alcalde Gabriel Echávarri, la edil Angulo y el gerente del Patronato Municipal de la Vivienda, Gaspar Mayor.

El principal acto en la agenda del regidor ecuatoriano en Alicante fue la recepción oficial en el Ayuntamiento, un acto que concluyó con el intercambio de regalos, donde hubo desde platos con la Explanada de fondo, libros y camisetas. En ese protocolario gesto, por ahora, quedan las relaciones institucionales entre Alicante y Esmeraldas.

Con la polémica aún sobre la mesa, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Luis Barcala, solicitó ayer al alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), la retirada de competencias a la concejala de Cooperación, Julia Angulo, «por el caso claro de nepotismo al ocultar que su hermana es la vicealcaldesa de su ciudad natal».