La queja de unos padres que aseguran que un taxista de Alicante se negó a llevar en plena madrugada a su hija de diez años, que estaba vomitando sangre, hasta el hospital ha generado indignación entre los ciudadanos, que han compartido el relato que la madre colgó en Facebook en más de 11.500 ocasiones. Las asociaciones de consumidores y usuarios consultadas recuerdan que el taxi es un servicio público y que, como tal, no debe negarse a asistir una urgencia.
Desde la agrupación de taxistas, que ya confirmó que había abierto un expediente sobre lo sucedido, remitieron ayer un informe a la junta de sanciones de la asociación y a la Conselleria de Transportes. Ayer mismo, los padres, que ya habían presentado una queja a la asociación de taxistas, presentaron una reclamación ante la Conselleria de Transportes, que ya había iniciado una investigación de oficio tras conocer los hechos para decidir si adopta alguna medida contra el taxista en cuestión.
El presidente de Radio-Teletaxi, Ignacio Picó, explica que el reglamento de transportes permite al conductor de un taxi decidir si realiza un traslado cuando considere «que su integridad o la del vehículo corre peligro». Sin embargo, Picó considera que este caso «no tiene nada que ver» y que la actitud del taxista «no tiene justificación si, finalmente, el servicio territorial de Transportes de la Conselleria, decide que el testimonio de la madre es el que vale».
Las asociaciones de consumidores consideran que «podría, incluso, tratarse de una omisión de socorro», como apunta el delegado de Avacu en Alicante, Antonio Palao, quien recuerda que un taxi es un servicio público y que «tiene más responsabilidad», por lo que «no puede rechazar un servicio cuando es una urgencia». El presidente de la Unión de Consumidores (UCE) en Alicante, Cecilio Nieto, destaca que «estamos en contra de cualquier discriminación porque es un servicio público».
Según el relato de los padres, los hechos ocurrieron pasadas las cinco de la madrugada del 31 de agosto. La niña, operada unos días antes de amigdalitis, comenzó a sangrar y llamaron a un taxi para que la llevara junto a su madre al hospital mientras el padre se quedaba en casa con su otro hijo pequeño. Al llegar a la calle empeoró y comenzó a vomitar sangre, cuenta el padre, David Geada, quien asegura que el taxista, al verla, inició la marcha, bajó la ventanilla y les espetó a madre e hija que 'eso es cosa de la ambulancia'. Acto seguido se marchó y «las dejó tiradas. El padre relata que la madre, como pudo y para evitar perder tiempo, cogió el coche y la llevó al hospital, donde fue operada de urgencia. La niña ya ha recibido el alta.
Los padres, indignados, plasmaron su relato en Facebook, donde miles de personas lo han compartido.
