El Seprona de la Guardia Civil investiga los cuatro focos que provocaron este domingo el incendio que afecta a las localidad alicantinas de Jávea y Benitatxell y busca testigos que permitan confirmar que fue provocado por un pirómano dada la distancia, horas y puntos de los distintos focos, que apuntan a una «intencionalidad».

Así lo explicó el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, en declaraciones a los medios en la zona, en las que consideró que es «mucha casualidad» que el incendio que afecta desde ayer al término de Jávea se originara en cuatro focos: uno primero que fue controlado en dos horas y tres posteriores, en una zona de cañar en El Arenal; en La Granadella y un tercero 150 metros más allá al norte del primero.

Si bien en este último caso no descarta que pudiera haber sido consecuencia de una pavesa sin apagar, considera que en los otros dos no era posible. El delegado del Gobierno, subrayó la dificultad de los trabajos de extinción, por el viento cambiante que hace que se compliquen y por la dispersión, que exige más despliegue de medios.

Moragues explicó que el fuego se inició en el Mirador del Sol, sobre las 18 horas del domingo, y este foco se dio por controlado. Tres horas después, se declararon los otros tres puntos. «La acción humana está detrás del incendio», ha recalcado Moragues, para quien se dan unas circunstancias que son «mucha casualidad» y por ello, ha apuntado que el fuego parece «provocado».

«El Seprona está trabajando en los cuatro focos y se está viendo el punto exacto», señaló el delegado que indicó que ello «ha hecho que se propague de forma dispersa», favorecido además por «cambios de vientos y temperaturas altas y humedad baja. Las dificultades son adversas y hay mucho trabajo por delante».

El delegado resaltó, por otra parte, el «trabajo importante de la Guardia Civil», que mantiene cortadas al tráfico dos carreteras, la CV 742 y la CV 747.