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La precariedad laboral aboca a los menores de 30 años a vivir en el hogar paterno

Las dificultades para encontrar un trabajo estable y bien remunerado retrasan la edad de emancipación en la Comunidad

La precariedad laboral aboca a los menores de 30 años a vivir en el hogar paterno

Los coletazos de la crisis económica continúan haciendo estragos en la Comunidad Valenciana. Pese a la recuperación que atisba el Gobierno en funciones y el paulatino descenso de las listas del desempleo -truncado el pasado mes de agosto en Alicante por las vacaciones de la industria y la construcción-, todavía son muchos los indicadores que constatan las dificultades económicas. Uno de ellos está recogido en la Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de la Comunidad Valenciana de 2015, publicada recientemente por el CES. En concreto, el informe advierte de que casi el 80% de jóvenes menores de 30 años continúan viviendo en el hogar de sus progenitores. Varios son los motivos. El principal, la precariedad laboral. Las dificultades para encontrar un empleo estable y, sobre todo, bien remunerado está provocando que miles de jóvenes valencianos no puedan emanciparse. Ni alquilando una vivienda, ni mucho menos adquiriéndola en propiedad.

Las estadísticas no dejan lugar a la duda. Nueve de cada 10 contratos a jóvenes son temporales, el 25% son desempleados de largo plazo (más de un año) y, para colmo, las expectativas laborales no son nada halagüeñas para uno de los sectores, el de los jóvenes, más castigados por las turbulencias económicas que comenzaron en el último trimestre de 2007.

El informe del CES constata además un descenso porcentual en la población joven emancipada. Sobre todo, entre los hombres. De los 353.647 varones de entre 16 y 29 años censados en la Comunidad el pasado año, sólo 59.678 se habían independizado al cierre del primer semestre de 2015, casi un 8% menos que en el mismo periodo del año anterior.

Si se tiene en cuenta la franja de edad comprendida entre los 16 y los 34 años, las cifras aumentan, aunque continúan siendo inferiores a las de 2014. «Nuestra comunidad tiene el 9,98% del total de hogares jóvenes de España, con más de 74.000 hogares, un 12,45% menos que el año anterior. Existen más de 152.000 jóvenes emancipados en la Comunidad Valenciana, un 3,13% menos que en el primer semestre de 2014», reza el prolijo documento del CES.

El informe descubre también que es a partir de los 30 años cuando la mayoría de valencianos decide abandonar el hogar de sus padres. Si la tasa de emancipación hasta esa edad es del 21,9%, en la franja que va desde los 30 hasta los 34 años ese porcentaje aumenta hasta el 77,4%. Es decir, casi 8 de cada 10 personas ya viven fuera de la casa paterna. Pero, de nuevo, la variación interanual de la población emancipada fue inferior en el primer semestre de 2015 respecto al mismo periodo del año anterior. Y no precisamente por poco. De acuerdo con el estudio, la caída fue del 6,47%.

Junto a las dificultades para hallar un trabajo en condiciones se une además el precio de la vivienda. Según las estadísticas reflejadas en el documento, extraídas a su vez del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, la cuantía media de una casa en la Comunidad alcanzó los 113.990 euros en el primer semestre de 2015, un 1,52% más que un año antes. Eso, a nivel autonómico. En la provincia de Alicante los guarismos son superiores. En concreto, el precio medio de adquisición de una vivienda libre es de 123.790 euros.

Así, los ingresos mínimos que necesita un joven alicantino para poder adquirir un inmueble en propiedad son, de acuerdo con el CES, de 18.280 euros anuales.

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