La provincia de Alicante está viviendo la peor sequía en 25 años, con un déficit de lluvias superior al 50%. La falta de precipitaciones que se viene arrastrando desde 2013 se ha agudizado en este ejercicio, y además el problema se ha extendido a las zonas de l'Alcoià, El Comtat y las Marinas, que hasta ahora se habían mantenido relativamente al margen de estas condiciones tan extremas. Por si esto fuera poco, los mapas de previsión apuntan a un otoño de escasez pluviométrica, con lo que todo apunta a que no se podrá corregir la alarmante situación.

La provincia empezó a sufrir el ciclo de sequía en 2013, aunque es en el actual ejercicio cuando se han alcanzado las condiciones más extremas debido a que, en líneas generales, hasta el momento ha llovido la mitad de lo que es habitual en este territorio. Todas las comarcas presentan un déficit de precipitaciones del 50% o superior, salvo la del Medio Vinalopó, donde una tormenta en primavera descargó cantidades significativas propiciando que el déficit de lluvia respecto a la media normal sea del 32%, con 123 litros por metro cuadrado en los primeros ocho meses del año.

En el lado contrario se encuentran l'Alacantí, con sólo 51 litros recogidos y un déficit del 70%, y la Marina Baixa, con 69 y un 54% respectivamente. Después aparece el Alto Vinalopó, con 94 litros y un déficit del 58%, la Marina Alta con 152 y un 54%, l'Alcoià y El Comtat con 133 y un 53%, el Bajo Vinalopó con 78 y un 50%, y el Bajo Segura con 71 y un 49%.

Jorge Olcina, catedrático y responsable del Instituto de Climatología de la Universidad de Alicante, manifestaba a la vista de estos datos que «estamos sufriendo una agudización de las condiciones de sequía que venimos arrastrando en el centro y sur de la provincia desde 2013, con el agravante de que este año el problema se ha extendido al conjunto del territorio, afectando también a las comarcas del norte, caso de l'Alcoià, El Comtat y las Marinas, que hasta ahora habían quedado al margen».

Olcina hace hincapié en este hecho, toda vez que los efectos de la sequía pueden ser mucho más preocupantes en las comarcas del interior que en el resto. Según sus palabras, «la costa cuenta con diferentes alternativas de abastecimiento, como pueden ser los trasvases o las desaladoras. Sin embargo, a efectos de planificación, las comarcas del interior no cuentan con ningún tipo de conexión y dependen casi en exclusiva de los acuíferos, cuyas reservas van mermando cuando no llueve».

Este problema, de hecho, ya se está dando. Tal y como adelantaba esta misma semana este diario, municipios como Millena y Tollos, en la comarca de El Comtat, y Abdet, en la Marina Baixa, están recurriendo a camiones cuba para recargar sus depósitos de agua potable al no dar abasto sus pozos. En la misma situación pueden verse esta próxima semana otras localidades, caso de Famorca y Fageca.

La Confederación Hidrográfica del Júcar, asimismo, ha decretado la situación de «emergencia de sequía» en los sistemas de explotación del río Serpis (l'Alcoià, El Comtat y la Safor) y la Marina Baixa, por lo que se están aplicando restricciones para el riego.

La situación actual, según Olcina, se asemeja «a la que se vivió a principios de los años noventa del siglo pasado, en la que fue una de las sequías más importantes en toda España y también en nuestra provincia»

Lo más preocupante, con todo, es que no hay perspectivas en el horizonte cercano de que esto pueda cambiar de manera reseñable. Según explicaba Jorge Olcina, los dos modelos de previsión, tanto el estadounidense como el europeo, pronostican para este próximo otoño lluvias por debajo de lo normal. «Los dos mapas -destaca- coinciden es estas previsiones, con lo que el panorama no es muy alentador».

La única esperanza, añadió el climatólogo, está depositada en el fenómeno del Niño. «En los años en que ha habido un episodio de este tipo, como en 1982 y 1997, los otoños fueron más movidos de lo normal con precipitaciones importantes. Podría ser que volviese a ocurrir, pero de momento, insisto, los dos modelos predictivos anticipan poca lluvia en el Mediterráneo».