El sector de la construcción viene de pasar sus horas más bajas durante la crisis. El ajuste del ladrillo le ha hecho perder empresas y trabajadores, más de 69.000 en relación al segundo trimestre de 2007. Pero ahora vive momentos de repunte y el presidente en funciones de Coepa, Francisco Gómez, considera que, tras la recesión, «no hay que demonizar a la construcción». A su juicio, lo que hace falta es «corregir los errores del pasado» y que en el sector se opere «con profesionalidad y mantengamos los niveles de calidad».