Aunque la práctica totalidad de los usuarios de la playa de perros de Agua Amarga consultados ayer aprobaba con nota el estado del agua y de la arena, algunos propietarios de mascotas lamentaban que, igual que en el caso de El Campello, la playa de Agua Amarga estaba llena de piedras. «El otro día mi perra llegó a casa con las almohadillas rojas y ensangrentadas», lamentaba Lidia Sainz. Por su parte, Paco Calderón explicaba que se había encontrado con un anzuelo enterrado en la arena. «Los pescadores podían poner un poco más se cuidado».