La recaudación de los 141 ayuntamientos alicantinos y de la Diputación sufrió un retroceso el pasado año a nivel global después de que un elevado número de entidades locales decidiera rebajar la presión fiscal sobre el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) en el año electoral. Algunas hicieron efectiva esa bajada de manera inminente en 2015, mientras que en otras la reducción en el recibo no se iba a aplicar hasta este ejercicio.
Tal y como adelantó INFORMACIÓN el pasado mes de enero, la Dirección General del Catastro certificó que 35 corporaciones locales alicantinas decidieron rebajar el tipo impositivo del IBI en 2015, cuando los ciudadanos estaban llamados a las urnas para votar en las elecciones municipales y autonómicas (mayo) y en las generales (diciembre). Y ahora, el Ministerio de Hacienda ha evidenciado que esa medida tuvo una repercusión directa en la recaudación local.
De acuerdo con la liquidación de los presupuestos de las entidades locales alicantinas de 2015, los ayuntamientos y la institución provincial finiquitaron el ejercicio con unos ingresos de 1.961,8 millones de euros, 65 menos que en 2014. Y eso, que las aportaciones del Estado fueron superiores en 2015 en la inmensa mayoría de casos, tal y como se evidencia en el cuadro estadístico elaborado por el departamento que dirige Cristóbal Montoro.
Y es que la reducción del tipo impositivo del IBI no es baladí. Junto a las entregas a cuenta del Gobierno, el otro pilar principal de ingresos de los consistorios es el tributo que grava los bienes inmuebles. El recibo se calcula principalmente por dos variables. La primera, el tipo impositivo, que compete fijar a los propios ayuntamientos. Los consistorios tienen potestad de incrementarlo o reducirlo, siempre dentro de unos límites legales. El segundo aspecto que incide en la cantidad que finalmente han de abonar los propietarios es la revisión catastral, actualizada cada cierto tiempo por la Dirección General del Catastro.
Los afectados
En cuanto a la reducción de ingresos en sí, de las grandes localidades de la provincia -más de 20.000 habitantes censados- siete son las afectadas: Alcoy, Benidorm, Calp, Dénia, Xàbia, Pilar de la Horadada y San Vicente del Raspeig. Y de ellas, tres acordaron una rebaja en los recibos del IBI para inmuebles de naturaleza urbana: Benidorm, Pilar de la Horadada y San Vicente del Raspeig.
Alcaldes consultados por este diario defendieron la necesidad de rebajar el recibo del IBI en 2015 después de «años muy duros» y negaron que esa medida tuviese tintes electorales. «Los vecinos han sufrido mucho durante los años de crisis y por eso consideramos oportuno bajar el tipo impositivo», recuerda un primer edil que promovió esa bajada. El resto de alcaldes preguntados se postuló en términos similares y todos quisieron destacar el esfuerzo que han realizado sus respectivos ayuntamientos durante los últimos años para cuadrar sus cuentas y cumplir así con la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
