Casi un 14% de la población en la Comunidad es diabética y sólo el 8% lo sabe. La Conselleria de Sanidad quiere sacar a la luz estos casos ocultos de la enfermedad a través de un cribado de la población susceptible de padecerla. Esta es una de las líneas estratégicas que se contemplan en el nuevo plan para la asistencia integral al paciente diabético de la Comunidad, que se está elaborando en estos momentos y que coordina Francisco Pomares, médico del servicio de Endocrinología del Hospital de Sant Joan.
Para ello, se quiere contar con la colaboración de asociaciones de enfermos, de vecinos, clubes deportivos o colectivos de profesionales que trabajen con pacientes, como es el caso de las farmacias, «que pueden aconsejar a los pacientes con sospecha de padecerla para que acudan a su médico para hacerse una analítica». Otra estrategia para sacar a la luz estos casos ocultos de diabetes pasa por que cuando los médicos de familia soliciten analítcas de sangre rutinarias y en ellas aparezca la glucosa alterada, «el sistema de laboratorio lo detecte automáticamente y se realice otro análisis de confirmación de la diabetes». Además, la detección de un caso de diabetes se pone en conocimiento del equipo de Atención Primaria que sigue al paciente. Esta experiencia ya está implantada en el Hospital de Sant Joan «y se va a proponer para que pueda ser extendida en la Comunidad». Junto al diagnóstico de casos nuevos de diabetes, «esta estrategia es muy importante también para la identificación de aquellos pacientes que ya estaban diagnosticados y habían abandonado el programa de seguimiento, de manera que puedan estar mejor controlados».
Se trata de una estrategia similar a la implantada por el Hospital General para la detección del hiperparatiroidismo primario (Hptp), una enfermedad endocrina que si no es tratada a tiempo deriva en patologías tan frecuentes como la osteoporosis, los cálculos renales o en complicaciones cardiovasculares y psiquiátricas, entre otras. Esta dolencia se puede determinar a partir de unas elevadas concentraciones de calcio en sangre, por lo que desde hace unos años se añade el calcio a todas las peticiones de analíticas de sangre que generan los médicos de familia en personas mayores de 45 años a quienes no se les ha realizado esta determinación en los tres años previos.
La detección precoz de casos ocultos de diabetes supone una novedad en la Comunidad, «ya que hasta el momento sólo se han hecho acciones puntuales, no ha habido herramientas destinadas a esta finalidad», explica Francisco Pomares. Y es que a largo plazo prevenir la enfermedad «es más rentable que destinar recursos al plano asistencial».
La Conselleria de Sanidad también quiere incidir en la salud de los más pequeños a través de la escuela «de una forma más intensa y continua de lo que se ha hecho hasta ahora, por lo que nos coordinaremos con la Conselleria de Educación y con Salud Pública».
El nuevo plan de de diabetes también va a incidir en aspectos que implican la autogestión de la enfermedad por parte del paciente, donde jugará un papel importante el denominado paciente activo, pacientes con un elevado nivel de formación en diabetes que pueden colaborar y formar a otros pacientes además de aportar experiencias propias. Sanidad quiere colaborar además con el tejido asociativo para encauzar acciones encaminadas a la promoción de la salud.
Los casos de diabetes no han dejado de aumentar en los últimos años y Pomares cree que es difícil que esta tendencia se invierta a corto plazo. «La diabetes está estrechamente relacionada con el exceso de peso y mientras no se modifiquen los hábitos de vida, con una alimentación más sana e introduciendo el ejercicio de manera regular, es difícil que la situación cambie». En este sentido, el director general de Asistencia Sanitaria, Manuel Yarza, señaló hace unos días que el 80% de pacientes con diabetes son obesos y la distribución de la grasa es muy importante, ya que hay mayor riesgo de diabetes en la obesidad abdominal. El director general puntualizó al respecto que en la Comunidad el porcentaje de sobrepeso ha aumentado del 29,5% al 37,3% en menos de diez años y la obesidad ha pasado del 7,3% en 1991 al 14,5% en 2010.
