Feas pero muy sanas. El edil de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a los vecinos de Alicante que durante las últimas semanas, y sobre todo desde que el calor ha comenzado a apretar con fuerza, han visto palidecer a decenas de palmeras en el municipio, las últimas en la avenida de la Goleta, en el bulevar que conecta la Albufereta con la playa de San Juan, donde se localizan parte de los 4.000 ejemplares de la «washingtonia», una palmera que crece en California y el norte de México y es, precisamente, de las más resistentes del mundo, ya que pueden sobrevivir en ambientes y secos y cálidos, como soportar temperaturas de hasta diez grados bajo cero. Toman su nombre de George Washington, primer presidente de los Estados Unidos. Doscientos años después Alicante cuenta con miles de una palmeras cuyo ciclo de vida puede alcanzar los 200 años y son ideales para crecer alineadas.
Lo cierto es que la falta de poda y el color pálido de muchas de sus hojas habían encendido las señales de alarma en buena parte de Alicante, sobre todo en la zona de la Albufereta donde son mucho más visibles durante el verano. «No se han secado pero si es cierto que, según me explican los técnicos, en verano las hojas cogen un color que las hace parecer secas, pero no lo están y es bueno hasta para el sustrato de la planta», explica Víctor Domínguez. «No son autóctonas pero se han adaptado perfectamente a nuestro suelo y a nuestro clima», aseveró el edil.
Su origen viene de las áreas subdesérticas de California. En condiciones buenas para su crecimiento, alcanzan hasta 23 metros de altura, algunas incluso 30 metros. Las condiciones ideales para su desarrollo son los veranos calurosos, pero en invierno tiene una relativa resistencia al frío, ya que puede soportar heladas de corta duración de hasta 10 grados bajo cero.
En España es habitual verlas en todas la fachadas litorales y las altitudes medias del interior. En la meseta norte, con veranos relativamente cortos, se observan ejemplares aislados que crecen muy lentamente en exposiciones protegidas a altitudes de hasta 800 metros sobre el nivel del mar. Existen dos variedades.
Mientras que la «washintonia filifera» resiste mejor las heladas y se adapta mejor a los climas del interior, la «robusta» se adapta mejor a suelos arcillosos y húmedos, pero se ha cultivado en el suroeste de Estados Unidos, California, Arizona, sur de Nevada, y sur de Nuevo México.
También a lo largo de la costa del golfo de México desde Texas y Luisiana hasta Florida, incluso en la ciudad de México. En España se encuentra a lo largo de toda la costa mediterránea.
