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Se prevén multas de 600 euros

El colapso del puerto de Tabarca obliga a prohibir amarrar barcos

Las embarcaciones que fondeen en la bahía deberán hacerlo guardando una distancia mínima de 25 metros y no está permitido abandonar las embarcaciones deportivas ni manejarlas sin la titulación

El colapso del puerto de Tabarca obliga a prohibir amarrar barcos

La Capitanía Marítima de Alicante ha reforzado esta semana la seguridad marítima en torno a la isla de Tabarca donde hasta final de agosto se espera un incremento notable de la navegación y las visitas. Entre las medidas que se han establecido está el que no se podrá atracar en el pequeño puerto, donde ya no amarran ni las populares «tabarqueras», que tras dejar a los pasajeros deben volver a los puertos de origen en Alicante, Santa Pola, Torrevieja o Benidorm, o aguardar en la bahía guardando la distancia de seguridad, establecida para todo tipo de embarcaciones es de 25 metros entre barco y barco. La prohibición también afecta a los barcos de recreo, que muchas veces se cuelan en la dársena aprovechando un hueco. Es más, estas embarcaciones -sobre todo los domingos llegan a colapsar la bahía-, que no podrán quedar sólas en ningún momento, y a bordo deberá haber siempre una persona con titulación. De no cumplirse con la normativa las multas alcanzan los 600 euros. En agosto se va a reforzar aún más el control con la incorporación de embarcaciones adicionales de vigilancia, tras una primera quincena de julio más flota en asistencia en 2015, quizá por el mal estado de la mar en la primera quincena.

En cuanto al procedimiento sancionador, serán objeto de multas las embarcaciones que no estén matriculadas, el patrón que no tenga titulación, la falta de elementos de seguridad a bordo, caducidad de la pirotecnia y exceso de viajeros respecto a la capacidad o, entre otros, la falta de seguro de responsabilidad civil.

La campaña del Ministerio de Fomento tiene como objetivo evitar accidentes e incidentes que afecten a la seguridad de la navegación y a la seguridad de la vida humana en la mar, garantizando además la protección del medio ambiente marino en el entorno de la reserva marina. La iniciativa se mantendrá hasta final de agosto, dado que hasta entonces existe un elevado tráfico marítimo de embarcaciones de pasajeros y de recreo, según subraya Capitanía en un comunicado. Se quieren evitar, por ejemplo, situaciones como el dejar una embarcación deportiva vacía y sin tripulantes fondeada en la bahía, reserva natural, para bajar a comer a la isla, algo prohibido y que puede acarrear sanciones.

Durante la campaña se intensificará la vigilancia por parte de los agentes de la autoridad competente, que velarán por el cumplimiento de la normativa marítima vigente y por qué se respetan los criterios establecidos por la Autoridad Marítima para el entorno de la reserva marina.

«La campaña no tendría el éxito esperado sin la participación de toda la gente de mar, por lo que se recomienda a todos ellos el estricto cumplimiento de las recomendaciones de seguridad establecidas por Salvamento Marítimo y que pueden consultarse en su web: http://www.salvamentomarítimo.es/seguridadnáutica/durante-la-navegación/», según la nota remitida al periódico.

Desde el momento en que larga las amarras, el patrón es el responsable de la seguridad a bordo de su embarcación. «No dude en imponer su autoridad. Adopte una actitud de calma responsable en todas las circunstancias para infundir confianza entre la tripulación e invitados. Mantenga un rumbo y velocidad ajustados a las circunstancias de viento y oleaje, velando por la comodidad y la seguridad de todos», según reza el texto de la campaña.

Salvamento Marítimo alerta de que si se navega cerca de la costa, hay que vigilar la presencia de las boyas rojas o anaranjadas, que señalan la presencia de un pescador submarino, y a las embarcaciones que muestran la bandera «A» del Código Internacional de Señales indicando la presencia de submarinistas. Hay que dejar un resguardo mínimo de 25 metros en torno a la señalización. Vigilar también a windsurfistas, motos de agua, artes de pesca fondeados y señalizados con boyas (riesgo de enganches en la hélice o timón), y a embarcaciones de pesca con navegación restringida, según el texto.

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