Alicante, una ciudad con demasiadas barreras arquitectónicas. Casi un millar de puntos negros ha detectado la asociación Alicante Accesible en los primeros seis meses de trabajo de campo dentro del proyecto «Mapas de itinerarios peatonales accesibles», financiado por el Ayuntamiento para realizar un plan estratégico que consiste en un diagnóstico de la situación en la que se encuentra la ciudad desde el punto de vista de la accesibilidad. Entre esos puntos de mejora, según los responsables del trabajo, destaca el estado de rampas, de aceras estrechas, de pasos de peatones inexistentes o sin enrasar, de paradas de autobús inaccesible, de alcorques sin cubrir con peligro de caída y de bolardos que incumplen la actual normativa.

Con esta iniciativa, que se puso en marcha a principios de año y cuyo primer balance fue presentada ayer en la Sede de la Universidad de Alicante, la Concejalía de Movilidad, dirigida por Fernando Marcos, pretende detectar los puntos negros de la ciudad para elaborar itinerarios peatonales con recorridos accesibles, que discurran por los centros sanitarios, los colegios, los mercados y los centros sociales de los barrios. De esta manera, la intención del área de Movilidad es que exista al menos un itinerario en cada uno de los distritos, que permitan a su vez conectar todos los barrios de la ciudad con el centro urbano.

En estos primeros seis meses de trabajo recorriendo las calles de Alicante, los responsables del proyecto aseguran que han detectado hasta 945 puntos negros para la accesibilidad, es decir, donde resulta difícil la circulación de personas con movilidad reducida (desde discapacitados hasta padres con el carrito del bebé).

Durante el primer medio año de trabajo de campo, miembros de Alicante Accesible han recorrido más de sesenta kilómetros por las calles de la ciudad. En esos trayectos, destacan que los principales problemas se hallan en la situación de las rampas, en la estrechez de las aceras, en la inexistencia de pasos de peatones, en alcorques sin cubrir y en bolardos que incumplen la normativa existente. Pero no sólo han detectado puntos negros aislados en la ciudad, sino que también han encontrado áreas de concentración de incidencias. «Es decir, en las que se deben de realizar actuaciones generales», asegura Julio Luján, de Alicante Accesible, quien resalta la situación de inaccesibilidad de barrios como Divina Pastora, San Gabriel o Barrio Obrero, que presentan aceras muy estrechas y donde apenas existen rampas. También alerta sobre el acceso a Las Cigarreras: «Presenta problemas de accesibilidad, por lo que necesitará de una reforma parcial de su entorno».

Esos puntos negros, en realidad, se «pintan» de naranja o rojo sobre el mapa, en función de su gravedad. «La misión del Ayuntamiento es convertir esos puntos rojos y naranjas en verdes», sostienen desde Alicante Accesible.

Cuando concluya el proyecto promovido por el área de Movilidad, está previsto que la ciudad disponga de un mapa de accesibilidad que podrá ser consultado a través de la web del Ayuntamiento y de dispositivos móviles. «Se pondrá un punto de inicio y otro de destino y el programa propondrá un ruta accesible combinando itinerario peatonal y transporte público», añaden desde los responsables del trabajo de campo del proyecto. En la puesta en marcha de los itinerarios también intervendrán otras áreas, como Urbanismo. «Las actuaciones se irán haciendo poco a poco. Nuestro compromiso es que al final de este mandato, la ciudad de Alicante sea lo más accesible posible», añadió ayer el edil de Movilidad Fernando Marcos.