La provincia vivió la pasada madrugada la más calurosa y «pegajosa» de lo que va de año debido al impacto de la bolsa de aire caliente del Sahara y el alto grado de humedad, que llegó a ser del 68% en muchas horas e impidió, a buen seguro, conciliar el sueño a más de uno, sobre todo en la costa. Tampoco ayudaron los termómetros, ya que la mínima registrada no bajó de los 24 grados, lo que, unido al algo grado de humedad, provocó en muchos momentos sensaciones térmicas de 28 grados, lo que en Meteorología se conoce como noche ecuatoriana, un grado más que la tropical.

El calor sigue hoy con la previsión de que las temperaturas máximas superen los 30 grados. La situación empezará a cambiar a partir del viernes para dar paso a un fin de semana templado pero con jornadas mucho más agradables que las de este comienzo de semana marcado por el bochorno.