Un plan para salvar el Real Liceo Casino de Alicante. Las tres entidades culturales y deportivas más señeras de la ciudad de Alicante, el Real Liceo Casino, el Club de Regatas y el Club Atlético Montemar, se han embarcado en una cruzada cuyo objetivo es ayudar a la supervivencia de la primera entidad, que pasa por un momento delicado debido al descenso de la masa social y los altos costes de mantenimiento de un edificio que desde mediados del siglo XIX es uno de los emblemas de la Explanada. Los alrededor de doscientos socios (más de mil quinientos miembros en su etapa de esplendor) no pueden soportar el peso del día a día y el presidente Ramón Campos lanzaba hace unas semanas la voz de alarma ante Montemar y Club de Regatas, que se concretó la semana pasada en una reunión para comenzar a trazar la hoja de ruta que garantice la continuidad de la entidad cultural y recreativa más antigua de Alicante, desde que en 1851 recibiera el nombre de Casino de Alicante y en 2007, con la adaptación a la nueva ley de Asociaciones, adoptará la denominación de Real Liceo Casino concedida por el Rey Juan Carlos.
El Ayuntamiento de Alicante tampoco es ajeno a la difícil situación del Casino y en estos momentos se buscan fórmulas para buscarle una salida que podría pasar, incluso, por trasladar allí algún tipo de servicios municipales, aunque de momento no haya nada concretado, según apuntaron ayer fuentes de la Alcaldía.
La reunión en el Montemar de la Albufereta (2.500 socios) tuvo como objeto establecer un marco de colaboración para aprovechar las sinergias comunes de los tres clubs. El Real Liceo Casino podría acoger, por ejemplo, talleres, gimnasia pasiva, recepciones culturales que no puede acoger el Club de Regatas. «Se trata de encontrar fórmulas de colaboración para compartir espacios y actividades y, sobre todo, favorecer al Casino, que lo está pasando mal», subrayaron fuentes del equipo que se ha puesto a trabajar para dotar de actividad las instalaciones de la Explanada. «Compartimos objetivos comunes y vamos a seguir trabajando conjuntamente», añadieron las mismas fuentes. En la misma reunión también se aprovechó, por ejemplo, para renovar el marco de colaboración entre el Real Club de Regatas y el Montemar por el que ambas instituciones aplican descuentos en sus actividades a sus socios.
El Real Liceo de Alicante ha sido desde el siglo XIX uno de los puntos de encuentro cultural de la ciudad y en sus bajos llegó a funcionar la popular discoteca «Bugatti», ya cerrada, con el que la entidad conseguía unos ingresos. Los orígenes se remontan a la primera mitad del siglo XIX, cuando un grupo de personas residentes en Alicante daba el primer paso el 10 de abril de 1839 al solicitar que la anterior Academia de Pintura sirviera provisionalmente a las reuniones del Liceo.
El movimiento daría lugar al Liceo, asociación que tuvo una vida intensa, aunque desgraciadamente muy corta, aproximadamente una década. Paralelamente, otro grupo con el mismo origen tertuliano, fundó en 1842 la denominada «Asociación de amigos», con sede en una antigua casa de la Lonja de Caballeros, esquina a la calle Villavieja, según recoge la página web. En agosto de 1851 se aprueba un nuevo reglamento y se cambia la denominación por la de Casino de Alicante.
