El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quería presentar ayer en Alicante, en un acto en Casa Mediterráneo a tres días del inicio de la campaña electoral, los resultados del último informe realizado sobre el impacto que tiene la marca «España» a nivel internacional. La Junta Electoral se lo prohibió, en respuesta a una queja presentada por el PSOE, por considerar que en el informe se realizan «valoraciones implícitas a los logros del Gobierno en estos últimos cuatro años», así como que el acto estaba financiado con dinero público. Por el contrario, Margallo mostró su «sorpresa» por la anulación del acto y argumentó que el informe «no es nada del Gobierno» sino «algo que ha hecho la sociedad española durante 4 años».

En el informe, todos los indicadores muestran la consolidación del crecimiento de su influencia positiva. Este año, la confianza de los directivos y empresarios se sitúa en los 68,9 puntos sobre 100 frente a los 56,5 puntos de la última oleada. No obstante, según el informe presentado en Alicante, deben seguir realizándose esfuerzos para «comunicar al exterior la realidad de España». En general, los turistas ven en España como un país amable y creativo pero poco desarrollado tecnológicamente.

«Marca España» es una política de Estado iniciada en 2012

para la promoción de la imagen exterior de España en los ámbitos económico, cultural, social, científico y tecnológico. El proyecto descansa sobre la premisa de que la imagen de un país está sujeta a cambios constantes y corresponde a los poderes públicos diseñar políticas que mejoren dicha imagen. Ayer, Margallo estuvo acompañado en Alicante, entre otros, por el popular Manolo El del Bombo, uno de los 200 voluntarios que colaboran en promoción de la marca.

El estudio asegura que la marca «España» ofrece seguridad en los procesos de expansión internacional, según las impresiones recogidas de empresarios y directivos. Este subíndice es uno de los que mayor crecimiento presenta, con un aumento de 6,1 puntos respecto al año anterior.

En términos de imagen exterior, España es percibida como un país de gente amable (77,3 puntos), creativa (72,9) y cualificada (69,3). En el lado contrario, los subíndices que registran menor valor son aquellos relacionados con la imagen de país innovador (53,2) y tecnológicamente avanzado (53,3), si bien ambos presentan una evolución positiva, según el informe. Por el lado del prestigio, España supera la puntuación de 57,9 puntos este año, lo que supone un crecimiento de 5,6 puntos. Por otro lado, el volumen de empresarios y directivos españoles que nunca han pensado enmascarar el origen español de su marca asciende a tres puntos y se sitúa en 80,1 puntos.

El informe subraya que existe un consenso en torno a la idea de que el origen español de marcas, productos y servicios no ayuda, sin embargo, a subir su precio de venta en el exterior, siendo éste el subíndice más bajo con tan sólo 39, 4 puntos (deficiente). Entre 40 y 55 puntos denota insatisfacción, entre 55 y 70 satisfacción y por encima de 70 puntos, excelencia.

Los resultados del informe contrastan con los del CIS sobre la percepción de los españoles. El paro y la corrupción siguen a la cabeza de las preocupaciones.