Las distintas intervenciones a lo largo del acto pusieron énfasis en la condena de la barbarie ocurrida en Alicante el 25 de mayo de 1938, comparándola en más de una ocasión con la escena mostrada por el pintor Pablo Picasso en el «Guernica». Sin embargo, también se incidió en que el bombardeo del Mercado alicantino no tuvo la trascendencia del que sufrió la localidad vizcaína, y eso hizo, en palabras de la consellera Gabriela Bravo, que «cada persona fuera asesinada varias veces» al no trascender sus historias. Por este motivo, defendió que «las víctimas y sus familiares reclamen el reconocimiento del padecimiento sufrido» y las instituciones respondan a ello de la forma debida. A. T.