La entrada en la provincia de una bolsa de aire del Sahara mezclada con una situación de viento de poniente va a provocar el primer fin de semana «tórrido» del año, sobre todo el domingo, jornada en la que los termómetros rozarán los 30 grados en muchas localidades de la costa, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología. Una situación, no obstante, corta, porque el lunes volverá con temperaturas máximas en torno a los 24 grados más propios de la primavera. El cielo estará entre nubes y claros pero apetecerá el baño en las playas, ya que a temperatura del agua del mar se acerca ya a los 20 grados.

La Costa Blanca camina ya hacia un verano que, sin embargo, según los modelos de previsión, será menos cálido que el de 2015 -no hará frío, por supuesto- y seco en el tercer año ya de sequía. Es probable que durante junio se desarrollen algunos episodios de tormenta, pero a partir de mitad de mes, cuando ya el verano es un hecho, las lluvias desaparecerán por completo y el sol se impondrá. Esta situación puede explicarse en que se producirá un ajuste atmosférico para compensar el impacto que ha tenido el episodio de la Corriente de El Niño. La atmósfera ha estado más cálida de lo normal en los meses de invierno y primavera y en verano se reajusta haciendo menos calor.

En este sentido, la Cátedra de Estudios Turísticos «Pedro Zaragoza» de la UA ha organizado para el próximo 22 de junio en Benidorm una jornada en la que varios expertos analizarán cómo afectará el cambio climático a la actividad turística. Los interesados en asistir pueden contactar con esturisua@ua.es. Como ponentes participaran Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la UA, Javier Martín Vide, de la Universidad de Barcelona, Ernesto Rodríguez, de la Agencia Estatal de Meteorología y Mónica López, meteoróloga.