Pasó a escasos centímetros de su «número tres» y como si nada... Apenas unas horas después de su sonado encontronazo en Twitter, el alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, y el portavoz del tripartito y líder de Compromís en la ciudad, Natxo Bellido, se vieron las caras en el acto oficial de la Policía Local, que se celebró en la plaza del Ayuntamiento.

Sin embargo, hubo que esperar al final de la cita para observar un gesto que no hizo más que evidenciar la tensión el tripartito de Alicante. Concluida la entrega de reconocimientos, los agentes «rompieron filas». Y con ellos también el resto de autoridades civiles y militares. A partir de ese instante, todas las miradas se centraron en Echávarri y Bellido.

El alcalde aprovechó esos minutos para saludar a unos y a otros, para hacerse las fotos que le pedían los asistentes... Así durante varios minutos. Cerca de la una de la tarde, al alcalde le empezaron a entrar las prisas, coincidiendo con el interés de los medios de comunicación por conocer su opinión sobre el rifirrafe que había protagonizado horas antes con el propio Bellido y con la formación de éste, Compromís, a través de Twitter por la apertura comercial en festivos de Maisonnave que certificó el Consell el pasado jueves, volviendo la situación al mismo punto en el que estaba al inicio de la legislatura. En ese cruce de mensajes, el alcalde llegó a invitar a la formación nacionalista a dejar el tripartito, además de tildarlos de indignos. La coalición, por su parte, acusó al regidor -con quien forma equipo de gobierno- de prepotente y de incumplir sus promesas electorales.

Fría relación

Esa tensión que se vivió en las redes durante la tarde del pasado viernes se trasladó ayer a la plaza del Ayuntamiento. Echávarri, al abandonar el recinto, pasó a pocos centímetros de Bellido, al que no saludó. Tampoco quiso hablar con los medios allí reunidos. Ambos se vieron las caras la misma noche del viernes, donde sí se dieron la mano, en una situación eso sí casi inevitable por protocolo.

El líder de Compromís, por su parte, sí accedió ayer a valorar la dura discursión que protagonizó horas antes con el alcalde. «No nos vamos a ir del tripartito», volvió a subrayar ayer Bellido, quien así dejaba sin efecto la invitación que le «cursó» el regidor durante el cruce de mensajes en Twitter. Bellido, en su habitual línea, intentó rebajar la tensión. «Nosotros no le damos importancia», añadió Bellido, quien justificó la discusión en la complejidad del asunto de la libertad comercial en la ciudad.

El líder de Compromís, en su cometido de calmar las aguas, llegó incluso a hacer autocrítica, asegurando que el diálogo «puertas afuera» del tripartito -incluido Guanyar Alacant- debería ser «más comedido». Eso sí, apoyó con firmeza al director general de Comercio, Natxo Costa, con quien el alcalde socialista mantiene una tensa relación a raíz del futuro comercial en Alicante: «Yo si fuera él no dimitiría, está trabajando por el comercio según se recoge en el Pacto del Botánico».