Es la primera vez que salen de su país y Alicante ha sido su destino. Doce niños rusos con discapacidad pasarán este fin de semana en el centro que la Fundación Lukas gestiona en Sant Joan gracias al convenio de colaboración entre esta institución y la Fundación Talgo. En este viaje, los menores tendrán la oportunidad de ver por vez primera el mar y los más valientes, bañarse en el Mediterráneo.

Los menores, la mayoría huérfanos de ferroviarios, llegaron ayer por la mañana a la estación de tren procedentes de Madrid. Desde allí fueron trasladados al centro de la Fundación Lukas, donde les esperaban los chicos que allí residen. Ya en este trayecto tuvieron un breve contacto con el mar. «Desde el autobús contemplaron la playa del Postiguet y para ellos fue todo un acontecimiento», explica Mar García, responsable de relaciones institucionales de la Fundación Lukas. Hoy tendrán oportunidad de que esta experiencia se multiplique por mil. Y es que esta mañana, los niños serán trasladados a la zona adaptada de Muchavista, para disfrutar por vez primera del agua y de la arena. «Todos quieren bañarse, aunque les hemos dicho que el agua está todavía muy fría».

A su llegada al Centro Fundación Lukas fueron recibidos por el director gerente de la Fundación Talgo, Gabriel Novela, el Cónsul de Rusia en Valencia, Ramón Congost, el diputado de Bienestar Social de la Diputación de Alicante, Miguel Zaragoza, el alcalde de Sant Joan , Jaime Albero y la vicepresidenta de la Fundación Lukas, Erika Muller.

Durante la jornada de ayer los menores probaron nuestro plato más internacional, la paella, y participaron en talleres de decoración de camisetas, así como de un partido de boccia, «un deporte olímpico completamente adaptado», explica Mar García.

Los voluntarios de la Fundación Lukas llevaron guitarras «y todos juntos cantaron canciones típicas españolas y rusas, fue muy entrañable», señala García. Los menores partirán de nuevo en tren hacia Madrid esta tarde y por la noche cogerán un avión con destino a Moscú.