Cinco playas de la Comunidad llevan treinta años recibiendo ininterrumpidamente la distinción de la «bandera azul»bandera azul que acredita tres factores clave para su visita: arena impoluta, buena calidad del agua y servicios y accesos excelentes. Se trata de las playas alicantinas de la Fossa de Calp, el Racó de l'Albir (l'Alfàs del Pi), la del Carrer la Mar del Campello y la de San Juan en Alicante -la playa con más bañistas madrileños de España-, junto a la valenciana de Gandia. Ésas cuatro son las joyas de la corona de la costa alicantina.

Alicante

Una franja de más de 6 kilómetros de fina arena

La playa de San Juan tiene una banda arenosa cercana a los 100 metros de anchura en algunos puntos y un total de 6.200 metros de longitud de arena fina, repartidos entre los términos municipales de Alicante y El Campello. Aún siendo físicamente la misma playa, se suele nombrar «playa de San Juan» a la parte situada en el término municipal de Alicante (2.900 m) y «playa de Muchavista» (los 3.300 m restantes) a la situada en El Campello. En 1991 se regeneró con arena del yacimiento submarino de Serra Gelada en Benidorm pero ni así perdió la bandera azul.

Calp

Un entorno familiar con vistas al Penyal d'Ifac

La playa de la Fossa de Calp es la más veterana de la Marina Alta en el distintivo de la bandera azul, que ha mantenido durante 30 años. Lo tiene todo a favor: arenas finas y doradas y agua cristalina y tranquila. Forma una bahía acotada al norte por la cala de la Calalga y, al sur, por el Penyal d'Ifac. La playa tiene una longitud de 950 metros. Es bastante estrecha (40 metros y, en algún tramo, incluso menos). De ahí que en verano, nada más amanecer, ya acudan bañistas a colocar sombrillas y toallas y «reservarse» un trozo de arena. En estos 30 años de bandera azul, el entorno de la Fossa ha cambiado diametralmente. Antes era una playa un poco a trasmano de Calp (está a un par de kilómetros del casco urbano). Ahora está repleta de torres de apartamentos. Sólo queda en primera línea un terreno vacío, el del frustrado hotel de 27 plantas y más de 100 metros de altura. El Penyal la separa del puerto calpino, lo que la libra del trajín de embarcaciones que sí sufre el tramo de costa situado al sur de esta roca litoral de 332 metros de altura. La Fossa está balizada y tiene zona de juegos para niños. Se trata de una playa familiar. En verano, no cabe un alfiler. En invierno, los numerosos jubilados que viven en Calp la recorren a pie de cabo a rabo.

El Campello

Un lugar idóneo para pescar y practicar buceo o surf

Junto al puerto y el antiguo barrio de pescadores, la Platja del Carrer la Mar, regenerada con fina arena dorada, discurre paralela al paseo marítimo peatonal que, unido al paseo del puerto, constituyen el centro de ocio y animación. Este extenso conjunto de playas, unido a unas condiciones climatológicas excepcionales durante todo el año hacen de este enclave un lugar idóneo para la práctica de todo tipo de deportes náuticos fomentados éstos por el Club Náutico y un variado abanico de asociaciones y empresas de pesca, buceo, y entre otras, el surf.

L'Alfàs del Pi

El rincón que buscan los que huyen de la masificada Benidorm

El Racó de l'Albir, en l'Alfàs del Pi, está en un entorno privilegiado. Esta playa de piedras limita al norte con el Cap Blanc y, al sur, con el parque natural de la Serra Gelada. Tiene la ventaja de que el puerto más próximo está a 4 kilómetros de distancia. Este hecho contribuye a que sus aguas estén cristalinas y a que pasen por allí menos embarcaciones. Con un fácil acceso, cuenta también con aparcamiento y rampa para discapacitados. El entorno es semiurbano y, al igual que la Fossa, tiene paseo marítimo. El Albir ha cuidado con mimo esta playa, que buscan los turistas que quieren huir de la masificación de Benidorm.