Los atascos en las salidas de Madrid, Barcelona, así como en las vías de acceso a zonas de playas como Almería, Cádiz o Santander, han marcado la jornada del Jueves Santo.

A lo largo de la mañana, se han registrado retenciones de hasta diez kilómetros en las carreteras de salida de Madrid, especialmente en la carretera de Valencia, A-3, a su paso por Villarejo de Salvanés, Fuentidueña de Tajo, Tarancón, Villarubio y Saelices,

La circulación también ha sido lenta y con paradas para abandonar la capital española por la carretera de Andalucía, A-4, a su paso por Seseña, Aranjuez, Manzanares y Valdepeñas, así como por la autovía de Extremadura, A-5, a la altura de Móstoles, Navalcarnero, Valmojado y Maqueda.

También ha habido dificultades para dejar Madrid por la carretera de A Coruña, A-6, en Majadohonda, Las Matas y Torrelodones, además de la autovía del norte, A-1, entre San Sebastián de los Reyes y San Agustín de Guadalix.

A partir de las 14.00 horas, han comenzado las retenciones, con paradas de varios kilómetros, en las rondas de Barcelona, donde el Jueves Santo ha sido laborable.

Por la tarde, los mayores problemas de tránsito se han producido en dirección a distintas zonas de la costa como Alicante, Murcia, Cádiz y Cantabria.

En concreto, entre Alicante y Murcia ha habido más de diez kilómetros de atasco en la A-7, en sentido Almería, por un accidente.

La circulación también ha sido lenta, con paradas de diez kilómetros, en la AP-4 en Sevilla, desde Utrera hasta Los Palacios y Villafranca, en sentido Cádiz, por otro accidente.

En Cantabria, también ha habido tramos de casi diez kilómetros de retenciones en la autovía del Cantábrico, A-8, a su paso por Castro Urdiales y a la altura de Laredo, en ambos casos hacia Santander.

Un portavoz de la Dirección General de Tráfico ha constatado que se han cumplido sus previsiones, dado que las mayores complicaciones en la circulación se han registrado entre las 08.00 y las 14.00 horas, con la única excepción de Cataluña, donde la mayor afluencia de vehículos está prevista el Jueves Santo por la tarde y el Viernes Santo por la mañana.

Durante la segunda fase de la operación especial de tráfico, que comenzó ayer, miércoles, y se prolongará hasta el domingo, se espera que se produzcan 8,7 millones de desplazamientos de los 14,5 millones estimados para toda la Semana Santa.

Hasta doce helicópteros de la DGT sobrevolarán las carreteras, especialmente las secundarias -las más peligrosas- para controlar los excesos de velocidad.

Ocho de estas aeronaves contarán con el radar Pegasus, que consiste en una cámara dotada con un teleobjetivo que permite leer la matrícula del coche y detectar velocidades de hasta 360 kilómetros por hora.

Tráfico avisa además que quienes sean detenidos por exceso de velocidad podrían ser obligados por los agentes a someterse a la prueba de alcoholemia o drogas y comprobar la documentación, un punto éste en que se incidirá estos días con comprobaciones del seguro del coche y la ITV en regla.